31/12/22

Feliz Año

 Felizaño, felicesfietas, ojalatodovaya bien... ¡Bah! Al final nos parecemos a una de esas beatas que se dan golpes en el pecho con el abanico mientras recitan de memoria las oraciones pertinentes. Tanto pensar que no seríamos como ellas y nos hemos convertido en lo mismo. Solo que en vez de ir  misa que era lo que se hacía antes, nos arreglamos o desarreglamos para hacer hacer lo mismo que ellas, retener una retahila en la cabeza, en el móvil, mandar memes felicitatorios y besos por whatsapp. ¡Nos hemos convertido en la beata de iglesia! 

Y yo no voy a ser menos. Te deseo cositas wenas siempre que lo que te sea bueno para ti no me joda a mi. Espero que encuentres una canción favorita nueva, que folles mucho, con quien quieras y quieran hacerlo contigo. Que comes y no te engorde, Que encuentres un libro que te haga llorar y tengas risas todos los días. Que pienses en las retahilas y las costumbres que tienes por si merecen la pena o no, y si no lo merecen a tomar por culo, siempre que te jodan por que si a ti te gustan... ¡que se queden! Que no te tengas que arrepentir del 2023 y llegues vivo a la siguiente nochevieja. 

Que coño, que te vaya bien, y a mi mejor.

26/12/22

Tiempo perdido

Son jóvenes. Aunque a mis años, ya, medio planeta me parece joven. Llevan bolsas de plástico y una maleta enorme. Un cochecito con un bebe que duerme. Los dos se ven encantadores, sentados en el banco, con arrumacos de novios. Son las 10:30, esperan un autobús que no va a salir. Nadie les ha dicho que hoy, aunque sea lunes, es fiesta. Qu esperan en vano.

Es una niña, lo imagino por mis prejuicios de verle toda la ropa rosa. Hace unos cinco minutos que se han dado cuenta de su error y no van a poder coger le bus que esperaban. Las culpas han volado tan cerca del coche que han despertado al bebe. La madre la acuna en brazos de un lado para otro mientras llora. El padre habla por teléfono.Son las 10:55.

Ella coloca a la niña en el cochecito, y se va. Él la sigue cuatro pasos atrás. Con la maleta, las bolsas y un rencor acumulado. 





19/12/22

Mi vejez.

 Luciré mi vejez como una joya

de una ostentosa belleza

que después de toda una vida de ahorro

pude regalarme al fin. 


De Ana Pérez Cañamero 

en El Espejo Discreto.

7/12/22

Inspirar, retener, expirar.

 No sé que clase de lunes es hoy pero me cuesta respirar. Y lo hago como me enseñó aquel profesor de gimnasia en el instituto: Inspirar, retener, expirar. Como si quisiera que el aire se llevase todo lo malo que hay dentro del cuerpo; lejos, lo mas lejos que pueda llegar un soplido. Confiando en que se una a otro y sea el huracán de Florida que provoca la puta mariposa de Japón. 

Respirar, a veces, se hace tan difícil. Y no fuimos conscientes hasta hacernos mayores. Ni nos dimos cuenta de pequeños, alguna vez, si acaso, de adolescentes o jóvenes. Como aquella vez que se Silvia se besaba con el cabrón de Fernando. ¡Joder! Aquella vez ni todo el entrenamiento de gimnasia me hacía mantener una respiración decente. ¡Si! Fue difícil poner en práctica aquello de: inspirar, retener, expirar. 

Aprendí, claro que aprendí. Y ahora cuando cuesta respirar vuelvo a aquel curso e inspiro... retengo... expiro. Sin prisas. Como si nadie estuviese mirando. Como si el cadaver a mis pies solo fuese una brisa que provocará un puto huracán lejos de aquí.