3/6/14

...

- No-Me-Da-La-Gaaaa-Na.
Lo dijo así. Alargando la "a" de gana. Recreándose en su chulería. Afirmándose mientras colocaba las manos a los lados, invitándolo a que hiciese el siguiente movimiento. 
Y lo hizo. 
Después de un fin de semana aguantando manías, su vaso estaba mucho más que hasta el borde. Se acababa de derramar dejando empapado el suelo de la habitación. Con la mano derecha empujó la puerta mientras la izquierda lo sujetaba del cuello. Lo aprisionó al lado de la cama. Haciendo que rodase la silla. 
- ¿COMO QUE NO? ¿COMO QUE NO? - Gritaba mientras lo agarraba fuertemente del cuello. 
Fueron unos segundos. Unos segundos en los que ninguno de los dos se conocía. Ni el padre ni el hijo lograron encontrarse en esos ojos inyectados de rabia. Fueron solo unos segundos, dos, tres a lo sumo. En los que se les agitó la respiración. No había familia. Eran dos hombres. Dos hombres probándose. Midiendo fuerzas. No se quien ganó. Seguro que ninguno de los dos. No recuerdo quién lloró primero. Si fue el padre recordando aquellos años de canguro, aquel niño pequeño que se enganchaba a su pierna para dar los primeros pasos. O el hijo que ya no recordaba tener un padre y solo veía un jefe. O quizá los dos a la vez reconociéndose en el otro, en sus fallos y semejanzas. 



7 comentarios:

  1. El mio (12 años) hizo el otro dia el gesto de un mafioso, poniemdose los dedos entre la nariz y los ojos (te estoy vigilando). Hoy se llevo capon por la mañana y bronca a mediodia. ¿alguien da mas?

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    1. Vamos a la par. El mío (13) se conoce todas las tonterías de los juegos. Y lo mismo te salta con la voz chillona de un Yoshi, que te mira como si te perdonase la vida cual mercenario.

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  2. Pues claro que no le da la gaaaaana! es que, joder!, por qué siempre tienen que hacer lo que nosotros digamos?

    A mi me duele muchísimo cuando se me olvida que es lo que más quiero en este mundo

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    1. No. Siempre no. Pero al igual que cuando yo no hacía las cosas que me decían mis padres había consecuencias él va a tener esas consecuencias también.
      A mi también se me olvida pero afortunadamente hay gente alrededor que te quiere tanto como puedes querer tú y te lo recuerda.

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  3. ufffffffffff... ya empiezan los pulsitos....

    el mío q está de mi altura se me queda fijamente mirando a los ojos, altanero.... y me dan ganas de hostiarlo hasta q la cabeza le de vueltas como un trompo!!!

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