Odio, odio, odio
a Peter Pan.
Sobre todo cuando Peter Pan soy yo.
A veces algo de lo que pasa por la vida se filtra en este blog. Otras veces es la fantasía la que se da una vuelta. El formato corto predomina pero siempre hay excepciones.
Yo de vez en cuando siento que padezco el síndrome de Peter Pan, pero más que odiarme, me compadezco, cuando tengo que volver a crecer, otra vez.
ResponderEliminarSi pero me reconocerás que algunas chiquilladas son eso... chiquilladas. Y ¿que quieres que te diga Devastiel? Hay cosas para las que uno no tiene edad. (O las aparenta, o ya debería cortarse un poco, o... la verdad es que ser Peter Pan mola.)
EliminarYo, en cambio, pienso que es la mejor parte de mí... ¿Por qué renunciar a los sueños?
ResponderEliminarY quien dice que tienes que renunciar a los sueños. Pero ten en cuenta que Peter se negó a crecer. Se negó a experimentar más cosas que lo que había conocido. Esta bien volver a la infancia a veces, el problema es no salir de ella.
EliminarTú en quien estás pensando es en wendy, no nos engañas.
ResponderEliminarEs que Wendy si supo crecer.
Eliminarbueno, una de cal y otra de arena...
ResponderEliminarla de arena.
EliminarEl gannnnnchooooo
ResponderEliminarJeje, Ya he leído por ahí que te has tragado hace poco Toy Story 3. Es genial!!
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