- Me suena tu cara. – Le dije. Y era cierto, me recordaba a alguien.-
- ¿Si? – Me sonrió - ¿De que podrá ser?
- De aquí seguro que no. No suelo venir a este sitio.
- Tampoco yo.
- ¿Quieres un whisky?
- No, solo bebo agua. .
Ella me sonríe. Se parece a Estíbaliz Espinosa. Lleva el pelo suelto y es guapísima. Esta tía debe ser tan fiestera como yo. Seguro que he coincidido con ella varias veces y no caigo donde. Pero tengo la sensación de que no iba tan arreglada.
- Tu cara… ya está… ¿de la estación? – Le pregunto
- Es muy probable.
Se está haciendo la misteriosa y el caso es que tengo grabada la cara pero la recuerdo de otra manera. Me inspira confianza.
Me acerco más a ella. Cerca de su cuello, le susurro:
- ¿Una rayita quizá?
Y antes de separarme de ella le miro el pelo rizado, cobrizo, como aquella chica que suele venir por las tardes a la estación esperando el autobús de Algeciras, que viste de oscuro, que usa gorra y se recoge el pelo, que siempre va con su pareja.
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La foto es de Estíbaliz Espinosa.
Que sigue estando guapísima.