3/10/17

El Cristal.

Eran las tres menos cuarto cuando entró.

– ¿Ahora? – Preguntó Don Serafín al tipo que entraba en la tienda con mono azul y un limpiacristales en la mano.

– Si usted quiere me marcho y vuelvo el lunes.

– No, pase, pase. – Contestó de mala gana.

El limpiador comenzó con parsimonia su trabajo pero el amplio ventanal que daba a la calle quedó limpio en menos de quince minutos.

– ¿Y esa mancha?- Preguntó Don Serafín mientras miraba su reloj.

– ¡Es por el otro lado! Ahora lo termino.

A las tres en punto el limpiador salía por la puerta seguido por Don Serafín que comenzó a echar la llave. Dio un pequeño golpe para asegurarse el cierre. El tipo se detuvo en la misma postura que tenia dentro del local. No se despidieron.

Con la misma parsimonia del otro lado del cristal el limpiador comenzó a extender el jabón, después lo limpió y fue quitando la espuma con su limpiacristales. Ahora si, el cristal quedó impoluto. Tan limpio que nadie diría que había una barrera entre la calle la joyería.

Así fue como el limpiador, tentado por cruzar hacia dentro avanzó un pie, sonrió, y entró en la joyería.









Este micro tiene sus años, concretamente cuatro, y hoy me lo han recordado. 

14 comentarios:

  1. Esa limpieza sí que es eficaz: ha eliminado hasta la impenetrabilidad de la materia :D
    Me encantan estas fantasías, y la has narrado de una forma muy sencilla y efectiva. Cosa que no tan fácil como pueda parecer.

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    1. Gracias Ángeles. Ultimamente no me veo con ganas ni siquiera de pintar así que lo de esribir se me está retrasando. A ver si me pongo las pilas.

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  2. Entonces debería de contratarlo para la limpieza de mi bar, donde todos los niños ponen sus apestosas a manos llenas de gominolas sobre mis cristales y los padres pasan olímpicamente mientras yo me cago en todas sus familias

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    1. Juana, déjate de historias. Sabemos que solo es de boquilla. Que aunque pienses en coger a los padres y sacarles la lengua para limpiar el escaparate manchado de los niños eres "TodeDios".

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  3. buen relato, pero lo supera lo dicho por Juana La Loca, jejejeje

    saludos mister!

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    1. Gracias. Hoy llevo medio día acordandome de ti. Por fin vuelvo a ir a un concierto.

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  5. Moraleja: "No limpies que te limpian"

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    1. Hay que limpiar. Y como el otro saber guardar la ropa.

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  6. Se lo merece el tal Don Serafín, por mal agradecido.

    Saludos,

    J.

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    1. Don Serafín es uno de esos nombres que me gustan para marcar a un tipo.

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    1. Gracias Herr Doctor. A ver si le leo mas que estoy un poco perdido de este mundo. (Y además necesito ampliar el gusto músical.)

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