Despierta. Se gira en la cama. El reloj marca las 3:02. Bien, piensa, puedo dormir tres horas mas. Cierra los ojos. Intenta volver a coger una postura cómoda que le haga caer en el sueño rápidamente. Parece que va a tardar. Se acaricia el pecho y baja hasta la barriga. Nota que va engordando día a día. Vuelve a acariciarse y se molesta con la redondez. Ejercicio, piensa, tengo que hacer ejercicio. Y vuelve a intentar encontrar esa postura que lo lleve con Morfeo. No hay manera. Deja de tocarse la barriga. Intenta dejar de pensar pero se ve haciendo abdominales a cualquier hora. Ahora mismo. Ahora es un buen momento. Solo tiene que saltar y comenzar. Mira el reloj: 3:17. ¿Quién se pone a hacer ejercicio a las 3:17? Piensa. ¡Los locos! Se responde. Se acopla la almohada con una mano y la otra vuelve a acariciar la barriga. Los locos y los gordos. ¡Joder esto no puede seguir así! Y de un salto sale de la cama. Se dirige a la otra habitación y coge una esterilla. Va al salón donde hay mas espacio para una serie de abdominales y varios ejercicios. Los mismos que él se ha visto haciendo al poco de despertar. En el salón la luz del ordenador clarea el ambiente. Se sienta frente a él para apagarlo y ve que hay una pantalla blanca que lo incita. Deja la alfombra al lado de la mesa y empieza a escribir. La barriga le impide acercarse mas a la mesa pero no le importa.
VENTIUNO DE DICIEMBRE: "TRANSPARENTE"
Hace 7 horas
realidades de muchos...
ResponderEliminarsaludos!
No suele ser mi caso, pero comidas y bebidas copiosas me lían.
EliminarOh, la barriga!!Hay que empezar a cuidarse!
ResponderEliminarSi. De mañana no pasa.
EliminarHay personas de acción y personas de reflexión; quien se ocupa más del cuerpo y quien se ocupa más del alma. Y para los reflexivos del alma el cuidado del cuerpo siempre perderá prioridad ante la tentación de una hoja en blanco. No se puede remediar.
ResponderEliminarPD: me ha gustado mucho el estilo del texto.
Bueno de madrugada todo parece mas fácil pero no ha quedado mal, y lo mejor... Me hizo conciliar el sueño.
EliminarMenos pan, menos cerveza, más sexo. Los ejercicios son supérfluos...
ResponderEliminarSaludos,
J.
Jajaja, habla como si supiera.
EliminarNo le hagas caso.
Suerte,
J.
No, si tiene razón. Es solo que uno es de poca contención y después de un mes muy bueno, sexualmente hablando, pues se echan de menos otro tipo de actividades placenteras.
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