Al final del año pasado tenía la idea de escribir varios post con listas de cinco contenidos. Creo que conseguí terminar alguna, la de las series y la de los tweets. Por ahí se me quedó pendiente una de canciones identificativas de parejas, otra de libros, otra de fotos y una de discos. La de discos llegué a terminarla. Fui capaz de identificar cinco discos que han sido importantes. Aunque ahora, una vez que he vuelto a ver la lista, no se si la hice pensando en el disco entero, o sea, todas las canciones, o solo en la importancia que tuvo en esa época ese dísco. Además me faltan, y no, no he puesto solo discos en español, es que para mi son los mas importantes. Que sí, que habrá discos que son las hostia y seguramente en esta lista debería estar Money for Nothing pero terminó cayendose de la lista así que... Esto se queda así:
- Tren de Medianoche. Con este disco descubrí a La Frontera, así que tiene que entrar. Quizá no sea el mejor pero para mi es imprescindible. Rock y Country a partes iguales. Borrachos de salón y canciones desesperadas. Descubrir este disco con quince años es una de las cosas que mejor te pueden pasar. Canciones como "El Rey de la noche" hacen que la autoestima suba muchos enteros, o "Todo cambiará mañana" que al final viene a ser un canto de esperanza cuando es lo único que queda. Echarse a morir y ya vendrán las cosas de otra manera cuando salga el sol. Y por su puesto una de mis debilidades fronterizas: "Siempre hay algo que celebrar" que es mejor que el himno de la Alegría o cualquier canción de Diego Torres para subir el ánimo.
- A por ellos que son pocos y cobardes. Ni Pérez-Reverte volvío a escribir igual después de "El Club Dúmas" ni Loquillo volvió a cantar igual después de aquel año del 88 en que grabó el directo en la Sala Zeleste. Lo mejor de Loquillo, de los Trogloditos y de Sabino Mendez, aunque ya no esté en el directo, está en este disco. Aquellos jovenes rebeldes que decidieron hacerse mayor en la sala y antes nos dejaron un disco doble antológico. Loquillo, con su chulería, y su elegancia nos ha enseñado a crecer a los que vamos una generación por debajo. Quizá no entendimos bien su disco de diez años después "Nueve tragos" pero solo era cuestión de tiempo. De llegar a sus años, y por su puesto sin había alguna duda al años siguiente con "Cuero Español" y sus "Cuando fuimos los mejores". José María Sanz Beltrán se convirtió con este disco en el hermano mayor que nos fue marcando el camino. Y sigue haciéndolo.
- Hotel dulce hotel. Si bien este disco se publicó a la misma vez que "Tren de medianoche" (1987) a mi me llegó mas tarde. Al menos dos o tres años después. Principios de los noventa. o quizá finales del 89. Este fue mi primer disco, completo, de Sabina. Lo había escuchado en la Mandrágora, infinidad de veces en el casette del coche aquellas "Malas compañías" que resultan ser las mejores, alguna de Viceversa pero este fue el que me llevó a buscar aquellas cantautores que escuchaba mi hermana, a descubrir a Silvio, a Leonard, a Jara, a no hacerle ascos después a gente que no necesitaba una guitarra eléctrica para ponerte los vellos de punta. A valorar las letras y descubrir que hay poesía entre la música. Hotel, dulce hotel, fue el primero pero después han llegado muchos mas. Y así paso incluso de década.
- Cosas mías. Este disco fue una apuesta. Una de las mejores que he hecho. Creo que es uno de los discos mas completos que hay en mi casa. ¡Ni una! Ni una canción la considero mediocre. Antonio Flores, con pinto de indio, de nonaino de pro, se marca un disco espectacular de los que conocía una o dos canciones y me deja con ganas de mas. Con ganas de mas Antonio, de Rosario, de buscar de nuevo a Ketama, de cantautores. Con ganas de esas letras que hablan de mucho mas de lo que cuentan. Como meter en una disco una canción de amor, de desamor, como un gitano le canta a un gay, a su hija. Antonio Flores es puro sentimiento en este disco y a mi me engachó aunque solo conociese de él su "Gran Vía". (Esa canción que siempre canto en Granada en vez de hacerlo en Madrid)
- Isla mujeres. Compré este albúm porque tenía la canción de una serie que me encanta: "Raquel busca su sitio". Después de poner la canción de Raquel había que seguir escuchando el resto. El disco coincidió con una etapa de cambios importantes. (Se publicó en el 2000.) Me había casado, estaba a punto de tener un hijo, me había metido en una hipoteca y trabajar se hacía de manera constante. He vuelto a escuchar a David Broza en otros discos pero no llega a ser alguien me me disloque, sin embargo este disco se ha colado como uno de los esenciales en mi vida. Desde hace dieciseis años hay una canción que silbo constantenmente, puede que esté varios días sin hacerlo, alguna semana incluso pero todos el que me conoce bien me ha escuhado silvar "Carmela" que es casi como un himno. Curioso que después del divorcio: "Navegando solo" sea otra de las canciones que mas silvo y también pertenece a este disco. ¡Si! Sin lugar a dudas se merece estar en esta lista.
Me faltan discos, me falta música, mucha música. Me faltan los discos que me han dado tanta vida estos últimos años, Fito, MClan, Norah Jones, Dire Straits, Stray Cats, Marea o Ismael Serrano... ¡Vete tú a saber! Incluso el alegrón de esta mañana con Andrea Motis pero... esos irán a otra lista. La de hoy se queda como está. Si no los has escuchado... Prueba a busca en Spotify. Espero que entren en tu vida tan bien como en la mía.
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