Mirar por la ventana cuando llueve.
Esperar tu paraguas.
Tu andar pausado
y tu ritmo cansino
del trabajo.
Mirar por la ventana
y verte llegar.
¡Eso es Felicidad!
A veces algo de lo que pasa por la vida se filtra en este blog. Otras veces es la fantasía la que se da una vuelta. El formato corto predomina pero siempre hay excepciones.
Mirar por la ventana cuando llueve.
Esperar tu paraguas.
Tu andar pausado
y tu ritmo cansino
del trabajo.
Mirar por la ventana
y verte llegar.
¡Eso es Felicidad!
Tú debes ver a tu pareja en tu zona de seguridad. Y si no lo ves, algo no va bien. No quiere decir que se acople como pegatina de Heineken pero al menos que no te de reparo que esté allí.
@irenpower dixit.
El caso es que hoy me he acordado de esas fotografías, casi todas sustraídas de internet sin ningún pudor, cuando la web era ese sitio donde todo estaba permitido y apropiarse de cualquier cosa no estaba tan mal visto. Bueno... como ahora. En algunas fotografías ponía el autor, la web de donde la había sacado o... ¡Ni caso! Casi ninguna lo tiene y ya no voy a cambiarlas a no ser que alguien me lo pida.
Hoy me hubiese gustado poner una de esas fotos, una mujer (es curioso ya casi nunca pongo chica) casi desnuda y sugerente, en blanco y negro por su puesto, algo erótico que me hiciese pensar en como era antes. Casi no me conozco de los primeros post cuando en un año había cerca de 200 entradas. ¡200! ¿De donde sacaba el tiempo? ¡Ah si, ya! Era lo único que tenía. Bueno que he estado buscando y al final me he dicidido. ¡Ninguna mujer! Pero el recuerdo de esta luna de Noviembre me ha puesto a mil. Quizá algún día escriba por que. Pero es que ya... este blog es también para menores, o me estoy amariconando. (Que ya lo dijo una amiga cuando empecé con la fotografía.)
Si Dios fuera mujer
- ¡Que te parta un rayo! - Le dijo Carmen al hijo de la grandísima puta que acaba de violarla.
- Que te parta un rayo, cabrón. - Volvió a repetir mientras el tipo se recomponía y salía silbando de la celda donde la habían retenido sabe dios por qué.
Y llegó un día, veintitantos años mas tarde, en que por fin se sintió bien. El agua caía abundante en el pueblo y los truenos se escuchaban cada vez mas cerca del rayo. Se sorprendió de lo agradable que le resultaba la vida en ese momento y entonces Angelita llegó a casa empapada. El chaparrón le había pillado en la calle pero el sobresalto lo traía en el cuerpo.
- Se ha muerto Domingo Guzmán. Lo ha fulminado un rayo. Por Dios que pena de hombre.
Pero Carmen respiró profundamente y sin decir nada comenzó a sonreír para el resto de su vida.
(A partir de un relato que ha leído hoy Francisco A. Carrasco.)
Solo hay una cosa de la que puede escribir un escritor: lo que está ante sus sentidos en el momento de escribir.
William S. Burroughs
Llueve, me he perdido en Valencia y solo sé que estoy cerca de Mestalla. ¡Joder que feo es el campo! Recuerdo hace año, la primera vez que vine, que también me perdí. Ahora hay móviles y parece mas fácil encontrar el sitio. ¡Los cojones! Ha pasado dos veces por la misma calle. ¿Dondé coño estaba esta mierda de pub? ¡Paso! Lo dejo. ¡A tomar por culo el móvil y el sitio!
Me decido a volver a la avenida y parar el primer taxi que vea. Y entonces alguien sale de un tugurio oscuro para fumar, tres notas le acompañan antes de cerrar la puerta. ¡Ahi! Ahí estaba. Solo había que escuchar. Como si fuese un marinero tras la sirena sigo la música que sale con tres fumadores mas.
Entro y una barra sugerente me enfila al escenario. Tres tipos están tocando. Un piano, un tenor y un batería. Tienen a los parroquianos estáticos, con el movimiento de un pie llevando el compás, la cabeza adelante y atrás y alguno con los dedos martilleándose la pierna como si fuese el teclado. A mi me sube una sonrisa nada mas verlos. Me esquino en la barra y me sorprende, además, una morena con el pelo recogido que me pregunta que quiero. Por un segundo creo que lo tengo todo pero la costumbre me hace pedir un whisky solo. Le señalo la botella de Glenfidich, la noche lo merece después del aguacero que he padecido por culpa de esta gente.
Ritmos cambiantes, solos, y tres whiskys después salgo del BlackNote con una sonrisa de oreja a oreja. Ha parado de llover pero aún chispea. ¡Joder, creo que hasta se ven las estrellas! Si el Turia no estuviese seco sería ideal ver reflejarlas en el agua. Da igual. La última copa me acompaña dentro de un vaso de plástico y aún puedo escuchar ese poquito de jazz que retumba en el whisky.
Acabo de borrar del mail de CafeDelBúho una infinidad de conversaciones. La mayoría son de principios de la década anterior. Comentarios, charlas, gente con la que me unía, o sentía que me unía una feeling especial. Nos leíamos, nos animábamos...
Gente como Gatuna, Charlotte Sometimes, Gilda, El Paseante, gente a la que no conocí nunca pero estaba deseando de que apareciese una de sus entradas para leerlos.
Conocí a otros, con algunos sigo teniendo alguna relación, a otros les perdí la pista. Echo de menos aquellos días en que escribir era tan relajante y leer lo mejor que podía hacer en las noches de café y whisky.
Hoy, el correo se ha quedado mas que limpio, desmemoriado. Espero que no me ocurra a mi y pueda volver a encontrarlos en este puto blog, en las entradas antiguas, quizá algún día vuelvan y me den un alegrón.