Por naturaleza, los seres humanos son tan caprichosos, tan complejos, tan maravillosamente contradictorios, que merecen no solo nuestra consideración, sino también nuestra reconsideración, y nuestra firme determinación de guardarnos nuestra opinión hasta habernos relacionado con ellos en todas las situaciones y a todas las horas posibles.
De Un caballero en Moscú.
Amor Towles
Nadie está listo para la honestidad completa de un extraño y a veces ni de los más cercanos, supongo que es parte de la naturaleza humana esa sensibilidad inherente.
ResponderEliminar