Nuestra charla la moderaba un Johnie Walker con pocos años menos que yo. Recuerdo que me ofreció uno de sus puros. Él siempre tan clásico y señorial. No me di cuenta de que la ceniza cayó al brillante suelo de mármol cuando las confidencias se mezclaban con el humo. Hablamos de mi secreto, ese que desde hace cinco meses grité en el balcón de casa para toda la calle. Su padre guarda el mismo y me ha hecho prometer que no lo descubriría. Hemos sellado el acuerdo con un largo beso.
PLENILNIO DE NOVIEMBRE
Hace 1 hora
Los mejores secretos son los compartidos.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Sin lugar a dudas. Un secreto tiene que ser, al menos, cosa de dos. Si no... es algo que no ha pasado nunca.
Eliminarun largo beso con sabor a jwalker y tabaco... ese es un secreto bien sellado.
ResponderEliminarLos secretos con un poquito de whisky, si se guardan mas de un año, son secretos eternos.
EliminarY si no llegan al año, qué? jajaja me hiciste reír.
ResponderEliminarUn abrazo.