7/1/19

A tomar viento.

¿Has venteado alguna vez?
A mi me enseñó mi padre.
Estábamos en casa de la abuela
y traía un montón de garbanzos.
Yo, los garbanzos,
solo los había visto en bolsas de supermercado,
me sorprendí mucho
cuando me enseñaron que venían en vainas,
con sus hojas, y sus “cascarujas”.
Primero las trillamos,
saltando encima y pisoteándolas,
después
hubo que tirarlo todo al aire.
Todo lo que no servía
se lo llevaba el viento.
Eso era “ventear”.
El garbanzo, lo más pesado
se quedaba allí, cerca de donde estábamos,
a nuestro lado.

Fue una tarde divertida,
creo que a partir de ese día el cocido
dejó de ser esa comida repugnante.
El caso es
que a veces
se nos olvida “ventear”.
Nos quedamos con todo alrededor
y así
ni los garbanzos están buenos,
ni vamos a saber diferenciar
lo que queremos de lo que no.

Ahora no es necesario
que sople el viento.
Ni salir a una era.
Ni tener garbanzos.
Cualquier día nos vale.
Aprovecha cualquier claro y
sal a ventear.

¡Quizá empiece a gustarte el cocido!

14 comentarios:

  1. Buen consejo, tendré que empezar a ventear con algo mas que con los garbanzos.
    :) Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, esa es la idea. Empezamos año, es el momento. Aunque cualquiera es bueno.

      Eliminar
  2. Leyéndote me di cuenta de que nunca me había preguntado por el origen de los garbanzos y que es una pena que hayamos perdido tantas costumbres que eran un regalo como metáfora de vida. Nos hemos acostumbrado a "comprar" la vida embolsada y olvidamos todo lo que debemos hacer antes para obtener lo que deseamos y/o necesitamos.
    Sí he "venteado" en la vida, no garbanzos, pero nunca está de más recordar la importancia de hacerlo.

    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Damos por hechas tantas cosas que dejan de cobrar importancia. Mi nene ni siquiera sabía que las garbanzos eran duros. Siempre los ha visto en bote de cristal.

      Eliminar
  3. Al igual que Alís, tampoco me había preguntado nunca por la procedencia de los garbanzos. Me ha gustado mucho la imagen de ventear los garbanzos y el símil a nuestro día a día. Hay que dejar que el viento sople de vez en cuando, sí señor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

      Eliminar
    2. Y si no sopla el aire se manda lo que no te gusta a tomar viento con un buen puntapié.

      Eliminar
  4. Qué buena metáfora. Y es verdad, siempre hay garbanzos que ventear, para quedarnos con lo que importa y olvidar lo accesorio.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Ángeles, como dice Mari, justo abajo, lo de ventear habría que hacerlo casi a diario.

      Eliminar
  5. el cocido me fascina...
    y ventear lo hago casi a diario....
    besos.

    ResponderEliminar
  6. Por fin te puedo escribir, aunque desde el móvil, el ordenador sigue sin dejarme ver tus entradas. Estoy por ventear toda la tecnología y quedarme sólo con lo bueno. Un abrazo!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A ver si la culpa la tiene el acceso restringuido a menores. De todas formas es una de las cosas que ya mismo quito, primero por que los que me importan ya están mayores para leer cualquier cosa , poco se van a sorprender de las burradas que hubiese puesto aquí, y después... ¡Joder! Si esto cada vez es mas light.
      ¿Donde están las entradas a deshoras? ¿los polvos ocasionales? ¿las salidas vergonzosas? Ya te digo, esto termina en sesión infantil.

      Eliminar
    2. Hace años que te sobra el acceso para mayores.

      Eliminar

¿Qué me dices?