Es un día normal. De esos que no traen nada nuevo. Y el sueño no se iba de la cama ni siquiera cuando el despertador sono, como pasa siempre, por segunda vez. No hay rebajas en el supermercado por que hoy, el capricho, solo nos lo hemos podido dar con un yogurt de trufa. El pan, la leche, las cebollas y el salchichón cuestan lo mismo que ayer. Hoy es un día normal y ella ha comido sano y yo... yo no. Y la siesta ha sido corta y el calor no ha sido sofocante. ¡Que buen verano llevamos! Ella sale a pasear y, en el centro, recoge un talonario de la Mutua. Me dice que pasará por mi trabajo para recogerme, eso no es normal. Pero si entra dentro de los planes en los que los dos iremos de la mano. Hoy es un día normal. Por eso quiero hablar con ella y decirle que estos días, estos tan normales, para mi son especiales.
VENTIUNO DE DICIEMBRE: "TRANSPARENTE"
Hace 7 horas
Me ha encantado la simplicidad bella de lo que has escrito
ResponderEliminarGracias. Valoramos poco lo cotidiano, lo normal, y a veces toca darse cuenta que es la hostia.
EliminarLa bendita rutina,
ResponderEliminarun beso
Pocas rutinas tenemos en verano. Pero precisamente eso es lo que nos gusta del verano, que la rutina es que no las hay.
EliminarUn texto precioso y lleno de verdad.
ResponderEliminarMe alegro que te guste. Cada vez me cuesta mas entrar por aquí y se agradece que haya alguien, no solo que lo lea si no, que dedique un momento para comentar.
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