El café sin prisas.
Mirar la sierra tras la ventana.
Los autobuses educadamente silenciosos, que aún no ha salido el sol y la gente duerme.
Unos gorriones funambulistas que buscan su nido.
La música caprichosa que no se atreve a alzar la voz.
El verde movimiento de las ramas de un árbol.
Es sábado. El día está pidiendo su lugar. Pero aún quedan cinco minutos donde todo puede perfecto, después... Amanecerá.
PLENILNIO DE NOVIEMBRE
Hace 1 hora
A esas horas es cuando más a gusto se está, porque una vez que el mundo se despierta, se acabó la paz y tranquilidad.
ResponderEliminarSalud y gracias por tu visita.
Un placer. Una lástima el poco tiempo para no leer todo lo que me gustaría. Le preparo un café. ¿Solo o con leche? (Creo que también hay algún té por ahí.)
EliminarY el sol todo lo echará a perder...
ResponderEliminarSaludos,
J.
Esa manía que tiene de descubrirlo todo. Desde luego... si no fuera por lo que es.
Eliminaryo veo amanecer en invierno, cuando me levanto para despertar a los niños al cole.... poco más....
ResponderEliminarno me gusta madrugar...
abesos.
A mi me gusta ver amanecer cuando voy al trabajo. Hay unos pocos días en los que coincidimos en la entrada, el resto... yo madrugo mas que él.
EliminarMe encantaría madrugar porque esas sensaciones son espectaculares pero soy nocturno, no sé si es un defecto o una virtud pero él amanecer me pilla casi siempre en la cama
ResponderEliminarque bello será que el momento del amanecer es único y solitario en verso
ResponderEliminargracias por compartir momentos de tu vida
A ti por pasar por aquí. Me alegro que te guste. A ver si me animo así a escribir algo mas que la lista de la compra.
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