Al final la cosa está en hacer. Da igual, lo que sea, pero hacer. A ver... que el baño parece que pide una capa de pintura pero es que ahora... ¡Pues no! Compra un bote de pintura plástica, una brocha y empieza quitar muebles de encima, espejos, recoge la cortina de la ducha, esconde el peso y una vez que esté el baño desangelao empieza pintar. ¿Que es lo que ibas a hacer? ¿Ponerte a leer blogs? ¿ver una película? ¿hacerte otra paja? ¡Anda coño! Ya tendrás tiempo cuando te canses de sentarte y hacer todo eso, mientras tanto haz. Haz algo. ¡Haz lo que sea! Empieza un curso de inglés, corre seis o siete kilómetros, que al menos sin que sea por calor. Ve a comprar, lija la puerta que está pidiéndolo a gritos desde hace años, ordena el armario... ¡Si tienes cojones te metes en la habitación de los locos y empieza a tirar toda la morralla que tienes! El caso es hacer. No estar parado. No pensar (mucho). Hacer y a ser posible algo provechoso. Será por tiempo, será por falta de cosas.
Por que si no haces... Si no haces algo morirse de asco es una opción. Y de momento me niego a que sea la opción que quiero hacer.
P.D. De hecho. Hasta me están volviendo las ganas de escribir.
yo todos los veranos los dedico a hacer algo en casa, pintar, repellar, reordenar, tirar trastos a la basura... acabo molida....
ResponderEliminarque asco de vida
A mi se me acaba la vida contemplativa ya. Lo necesito. Y pensar menos también.
EliminarA lo tuyo se le llama hastío y no lo confundas con estío que ya es algo acabado hasta dentro de un año.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Por eso quiero evitarlo.
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