Vuelvo a la montaña.
Solo allí
o navegando en su pecho
puedo gritar el nombre sin que duela.
Cargado de alcohol,
pastillas y besos de campaña
sin repartir,
voy ascendiendo trechos
sin apagar el motor.
Encontraré el cielo en la cumbre
buscaré todo lo que amó
y al salir
limpiaré mis suelas
de las tristezas que engañan,
de las lagrimas que empañan,
de las rencores que faltaron por salir.
PLENILNIO DE NOVIEMBRE
Hace 1 hora
Gritar sienta muy bien,eso de limpiar las suelas me ha gustado mucho,¡vamos que me has inspirado!
ResponderEliminarCon un par!!!
ResponderEliminar