Lo había dicho el cura, el sacristán, algún clérigo con ínfulas de santo pero nadie hizo caso al peligro. La campana de la torre acababa de caerse en plena misa de doce el día de la patrona. La iglesia, completa hasta el altar mayor, solo recibió daños en el pavimento, ningún herido, ni siquiera doña Asunción, que estuvo a punto del infarto, salia ahora de la parroquia junto con todos los políticos declamando ahora el milagro de la campana. Algo de lo que debería hacerse cargo la Santa Sede. Cualquier excusa con tal de no tener que pagar el arreglo.
PLENILNIO DE NOVIEMBRE
Hace 1 hora
el lema principal es más se junta pidiendo q dando!!!
ResponderEliminarDAndo se junta poco, Juana.
EliminarJJAJAJJAJAJ "JODE"CUÁNTA IGLESIA PARA METER EN LA LAVADORA DE ABAJO;EN LA VIDA TODO SON EXCUSAS ...PERO SI SE TRATA DE PAGAR...¡YA NI TE CUENTO!
ResponderEliminarEn este blog cogen todos. La iglesia, las lavadoras, señoritas de compañía y sacristanes. Y a veces... mezclados.
EliminarEs que la iglesia debe ser muy pobre. Seguramente tenían los ahorros en Preferentes.
ResponderEliminarConozco parroquias que necesitan dinero más que el comer. Parece que a otras les sobra, lo del reparto en la iglesia... no estoy seguro que se haga equitativamente o en función de necesidades. Pero nadie es perfecto, (y estos menos.)
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