Sindicalista

   Es la primera vez que veo a Don Manuel levantarse antes que yo. Me ha despertado temprano y me ha pedido que le planche una camisa. Es una camisa de cuadros que ha sacado de un cajón junto con unos pantalones con muchos bolsillos. Mientras se aseaba me ha dicho que le ponga un café. Es una jornada dura, le he escuchado mientras hablaba por teléfono, hoy hay que estar al pie del cañón. 
   Los niños no van al colegio, creo que me darán más guerra de lo normal. La señora también se ha levantado de la cama. Esta familia lleva varios días rara y no me estoy enterando de nada. En mi pais no pasan estas cosas. 
   Cuando le he dado la camisa la ha remirado varias veces. No le gusta como plancho y me lo ha vuelto a echar en cara. Al menos el café está horrorosamente amargo y parece que le vendrá bien para despertarse. La señora lo ha despedido y le ha dado un bote que ha guardado en uno de los bolsillos. 
- Ten cuidado con la silicona- le ha gritado desde la puerta -  no te vayas a manchar los dedos reventando cerraduras.