24/3/10

Alabaré...

Tengo la costumbre de limpiar la ducha en último lugar. Como uno es de los que usan lejía y le da a conciencia a los azulejos, alguna camisa tiene un ligero lamparón descolorido. Así que desde tiempo me desnudo para limpiar el baño sin estar pendiente de la ropa. Con la subida y bajada de el cepillo por los azulejos, giros y esfuerzo para que todo quedara bien y los huevos a su libre albedrío, la verdad es que me estaba animando. En esto que llaman a la puerta.
- ¡Hostia! ¿Y ahora que me pongo?
A la casa, sin haber llamado antes al portero, solo lo hacen mis vecinos. Normalmente Tere, que ya me ha visto en calzoncillos varias veces y no se asusta o Antoñita, que a su edad ha visto de todo. Así que decido ponerme la toalla y abrir la puerta. En el salón, el aleatorio ha seleccionado a Led Zepelin. Solo me acuerdo de la mirilla cuando la puerta está abierta.

En frente no está mi vecina Tere. Hay una tía un poco más bajita, morena. El pelo corto y una sonrisa en los labios, está regordeta pero tiene buen tipo. Una lástima que el jersey ancho no deje ver claramente el par de tetas que promete.
- Hola. – Le digo poniéndole la sonrisa que estrené el otro día.
- Buenos...
Y se queda ahí. Me mira de arriba abajo. La sonrisa se le transforma en una mueca y los ojos parece que me los quiere incrustar en el pecho. Desde que lo ví en una película porno había sido una de mis fantasías. Ahora se podía cumplir. En la mano tiene un papel que duda en alargarme. Me inclino a un lado de la puerta. Le franqueo la entrada por si quiere pasar a convencerme de comprar una enciclopedia, apuntarme al club de lectores, o cambiar el móvil. Estoy dispuesto a todo. Y ella, alargando la mano, solo se atreve a decir, tome. Después sale corriendo por las escaleras.
El panfleto es precioso. Aparece un tipo, casi, con la misma ropa que yo. En él dice: Jesús dio su vida por nosotros. Le invitamos a conocer las respuestas el martes, 30 de marzo de 2010.
- ¡Coño! ¿Esta tía es Testigo de Jehová? ¿Pero no venían de dos en dos?
Y es entonces cuando me doy cuenta que me he empalmado. La tía tiene su punto. Lo mismo me doy una vuelta el martes santo por si la vuelvo a ver.

4 comentarios:

  1. si vivieras más cerca........yo tengo cuatro baños.....

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  2. ¡¡Y yo un tío en Graná!! A ver gatuna... contraprestaciones si tengo que meterme con los cuatro baños.

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  3. pues cuando te vea limpiandólos en peletas te las cuento, ñjajajaj

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