21/6/23

Trueque marital.

 Y las dos empezaron a hablar como si no estuviésemos presentes. 

- Al mío le encanta el salmorejo pero odia el gazpacho. 

- ¡Como yo! Pero es que el mío es al revés. Le encanta el gazpacho y odia el salmorejo. 

Y ríen de las coincidencias que llevan unos minutos comentando de nosotros. Y nos despedimos en el rellano del piso entrando los dos con las bolsas de la compra. Y estoy convencido de que aunque ya nos pilló dentro del piso, en la cocina, recogiendo la compra mientras ellas se besaban  los dos pensamos lo mismo cuando bromearon al decir:

- Un día vamos a tener que cambiárnoslos. 

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