Son jóvenes. Aunque a mis años, ya, medio planeta me parece joven. Llevan bolsas de plástico y una maleta enorme. Un cochecito con un bebe que duerme. Los dos se ven encantadores, sentados en el banco, con arrumacos de novios. Son las 10:30, esperan un autobús que no va a salir. Nadie les ha dicho que hoy, aunque sea lunes, es fiesta. Qu esperan en vano.
Es una niña, lo imagino por mis prejuicios de verle toda la ropa rosa. Hace unos cinco minutos que se han dado cuenta de su error y no van a poder coger le bus que esperaban. Las culpas han volado tan cerca del coche que han despertado al bebe. La madre la acuna en brazos de un lado para otro mientras llora. El padre habla por teléfono.Son las 10:55.
Ella coloca a la niña en el cochecito, y se va. Él la sigue cuatro pasos atrás. Con la maleta, las bolsas y un rencor acumulado.
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