9/5/22

Despedida.

 Tu último beso no me llegó. 

Lo mandaste mientras conducías

y pisabas el acelerador.

Hacía frío y tenías las ventanillas subidas. 

Te llevaste dos dedos a la boca

y lo enviaste al retrovisor. 

Tú último beso se quedó en el coche

y voló rozando el techo 

con la calefacción tan alta. 

Buscó acomodo, como un niño,

en el asiento de atrás.

Mientras yo seguía esperándolo 

en la parada del autobús. 

Tu último beso se escapó 

cuando llegaste a destino. 

Las puertas del coche abiertas

lo liberaron. 

Y acaba de llegar a casa, tantos meses después

a mis labios. 

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