Se levanta.
Tira de su falda hacia las rodillas.
Sigo mirando de reojo
sus piernas, su pecho.
Sonríe.
También yo, como un espejo
sonrío.
No a ella, no a mi izquierda,
que es donde miro,
si no al lado contrario.
Se acerca.
Me intimida.
Dirijo mi vista al mismo lugar
que mi cabeza.
Una chica me mira,
también lleva gafas de sol.
A su izquierda un tipo se levanta,
ella sonríe.
Se la ve nerviosa.
Se le cambia el rostro al encontrarse
con mi mirada
que ahora si
se cruzan.
UN LUNES PARA SENTIRSE PLENA
Hace 10 horas
joe, q lío!!
ResponderEliminarvamos a ti te gustaba la otra no??
A mi me gustan todas, Juana. Otra cosa es que vaya detrás de ellas.
ResponderEliminarLas gafas de sol son cómplices de nuestros juegos de miradas. Lo malo es que igual que las esconden de quien no queremos que nos descubran, también lo hacen de quien sí queremos que nos vea.
ResponderEliminarMuy entretenido
Un beso
Señor Maquiavelo, me ha liao jajajajja quién te mira...a quién miras??? yo tengo ventaja que con astigmatismo y gafas de sol tengo más ángulo de mira jijijiij
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