10/4/13

Optimista.

Dos libros de Paulho Coelho, un curso de autoayuda y aquellos antidepresivos le habían hecho ver que el mundo no podía ser tan malo. Que él debía de poner de su parte para que fuese un lugar genial. Al salir a la calle cogió una de sus rebecas primaverales que conjuntaba con su polo claro. Cuando salió los dos metros de nieve que aún quedaba en las calles lo aplastaron.

8 comentarios:

  1. Joder... por lo menos ¿murió feliz?

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  2. No es recomendable leer a Paulho Coelho... y mucho menos si ha nevado, está claro.

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    1. Lo que no es recomendable es estos cambios de tiempo.

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    1. Le pones el nombre que quieras. Yo he preferido el de optimista.

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    2. pues menos mal que era optimista... joé, como para salir al lado de él.... aunque ya no...

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  4. jode...al menos lo intentó,luego ya el azar o que con tanta dosis de felicidad, se olvidó de protegerse de la nieve.

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    1. Siempre hay que contar con el azar. Precisamente es lo que nos da esa dosis de optimismo porque a fin de cuentas... Tu no tienes la culpa.

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