Cuando el reloj terminó de dar doce campanadas por seguirillas empezaron a besarse. Él miró a un lado, a otro, intentando participar en ese abrazo colectivo pero nadie le devolvía la mirada. Con el pelo lleno de serpentinas de tubo y papelillos de colores comenzó a andar como si alguien lo esperase en la otra otra punta de las Tendillas.
Llegó a casa y conectó el ordenador. Ninguno de sus contactos estaba on-line. Tecleo la dirección de un web y buscó en su cartera una tarjeta.
La chica que veía a traves de la webcam le daría todo el amor que necesitaba ese día. Ese año.
VENTIUNO DE DICIEMBRE: "TRANSPARENTE"
Hace 7 horas
Todo se puede comprar, todo tiene un precio.
ResponderEliminarFeliz Año Nuevo.
Besitos.
Feliz año, pero discrepo de Tesa, hay cosas que no se pueden comprar.
ResponderEliminarUn beso.
Quizá todo tiene un precio, pero a veces puede ser muy alto.
ResponderEliminarQuizá todo no se puede comprar pero el dinero ayuda a que lleguen, o a que te sean indiferentes esas cosas.