14/10/25

Anda jaleo...

 Hay jaleo en el trabajo. Hay follón con el hijo. Hay un malestar general instalado en la casa que ya me cansa. Así que este fin de semana he decidido echar todo eso fuera. No es tan dificil, solo que tienes que pelearte un poco contigo mismo. Empezar a evaluar situaciones, recordar que los problemas de verdad pueden venir sin avisar y que estos que me están rompiendo la crisma y quitando el sueño no le llegan a la altura del talón a otros que supimos afrontar con mas o menos dignidad. 

Así que he aprovechado varios días de descanso, después de doce días seguidos con 102 horitas en la estación, ya tocaba. Y entre otras cosas me he hecho el olvidadizo. He olvidado el curro, he olvidado gente y he olvidado que me estaba atacando un runrun en el pecho con pinta de topo gordo. El problema de los olvidadizos es que nos dejamos llevar con rapidez, así que alguno de los viajes programados han salido algo atravesado, pero la aventura es lo que tiene. Mis expectativas eran pocas así que, además de un paseo cordobés por algunos de los triunfos de San Rafael, también me he perdido en el Valle de Alcudia y Sierra Madrona, y he hecho un viaje a Osuna donde no la pisado pero me conocido varios pueblos de la campiña, además de ilusionarme con las perdices de los caminos perdidos

Hoy toca volver un poco a la rutina. Recordar que hay una pelea en el curro para no ser unos pringados, Devolver un comic a la biblioteca, tomar un café con el infante y recibir uno de esos besos por hacer la comida estupendamente que preludian una siesta mas que decente con final feliz. 


Hay jaleo. Siempre lo hay. Lo que tengo que recordar es que no va a poder conmigo. Sobre todo esta mierda de jaleo que no llega ni a bullicio.