31/12/22

Feliz Año

 Felizaño, felicesfietas, ojalatodovaya bien... ¡Bah! Al final nos parecemos a una de esas beatas que se dan golpes en el pecho con el abanico mientras recitan de memoria las oraciones pertinentes. Tanto pensar que no seríamos como ellas y nos hemos convertido en lo mismo. Solo que en vez de ir  misa que era lo que se hacía antes, nos arreglamos o desarreglamos para hacer hacer lo mismo que ellas, retener una retahila en la cabeza, en el móvil, mandar memes felicitatorios y besos por whatsapp. ¡Nos hemos convertido en la beata de iglesia! 

Y yo no voy a ser menos. Te deseo cositas wenas siempre que lo que te sea bueno para ti no me joda a mi. Espero que encuentres una canción favorita nueva, que folles mucho, con quien quieras y quieran hacerlo contigo. Que comes y no te engorde, Que encuentres un libro que te haga llorar y tengas risas todos los días. Que pienses en las retahilas y las costumbres que tienes por si merecen la pena o no, y si no lo merecen a tomar por culo, siempre que te jodan por que si a ti te gustan... ¡que se queden! Que no te tengas que arrepentir del 2023 y llegues vivo a la siguiente nochevieja. 

Que coño, que te vaya bien, y a mi mejor.

26/12/22

Tiempo perdido

Son jóvenes. Aunque a mis años, ya, medio planeta me parece joven. Llevan bolsas de plástico y una maleta enorme. Un cochecito con un bebe que duerme. Los dos se ven encantadores, sentados en el banco, con arrumacos de novios. Son las 10:30, esperan un autobús que no va a salir. Nadie les ha dicho que hoy, aunque sea lunes, es fiesta. Qu esperan en vano.

Es una niña, lo imagino por mis prejuicios de verle toda la ropa rosa. Hace unos cinco minutos que se han dado cuenta de su error y no van a poder coger le bus que esperaban. Las culpas han volado tan cerca del coche que han despertado al bebe. La madre la acuna en brazos de un lado para otro mientras llora. El padre habla por teléfono.Son las 10:55.

Ella coloca a la niña en el cochecito, y se va. Él la sigue cuatro pasos atrás. Con la maleta, las bolsas y un rencor acumulado. 





19/12/22

Mi vejez.

 Luciré mi vejez como una joya

de una ostentosa belleza

que después de toda una vida de ahorro

pude regalarme al fin. 


De Ana Pérez Cañamero 

en El Espejo Discreto.

7/12/22

Inspirar, retener, expirar.

 No sé que clase de lunes es hoy pero me cuesta respirar. Y lo hago como me enseñó aquel profesor de gimnasia en el instituto: Inspirar, retener, expirar. Como si quisiera que el aire se llevase todo lo malo que hay dentro del cuerpo; lejos, lo mas lejos que pueda llegar un soplido. Confiando en que se una a otro y sea el huracán de Florida que provoca la puta mariposa de Japón. 

Respirar, a veces, se hace tan difícil. Y no fuimos conscientes hasta hacernos mayores. Ni nos dimos cuenta de pequeños, alguna vez, si acaso, de adolescentes o jóvenes. Como aquella vez que se Silvia se besaba con el cabrón de Fernando. ¡Joder! Aquella vez ni todo el entrenamiento de gimnasia me hacía mantener una respiración decente. ¡Si! Fue difícil poner en práctica aquello de: inspirar, retener, expirar. 

Aprendí, claro que aprendí. Y ahora cuando cuesta respirar vuelvo a aquel curso e inspiro... retengo... expiro. Sin prisas. Como si nadie estuviese mirando. Como si el cadaver a mis pies solo fuese una brisa que provocará un puto huracán lejos de aquí.  

14/11/22

Recopilación de servilletas.

 De vez en cuando ha salido por ahí un micro, o un post, de algo que en su momento escribí en servilletas, facturas, o cualquier hoja suelta. Esta mañana, al ponerme la sahariana, me he encontrado una cantidad increíble de ese tipo de escritura. Dos servilletas, tres cuartillas del curro escritas por completo y un ticket de un bar donde no recuerdo haber estado. El caso es que este post viene a cuento de esas ideas, esos micros, que se originan en un momento donde no te pille ni el ordenador, ni cuaderno, y solo puedes echar mano de lo que tienes alrededor. Esta mañana, cuando he encontrado todo lo que había escrito el sábado por la tarde, me ha hecho mucha ilusión y no quería dejar pasar sin escribir un post. 

Así que... Aquí está. Un entrada para recordar que tenía un montón de papelajos escritos con un jartón de morralla. Lo que había escrito no me ha servido ni para reciclar por que de las tonterías que tenía me ha dado tanto coraje que han ido a la primera papelera. 


Y es que está bien tener ideas, pero todas no pueden ser buenas.

11/11/22

La venencia.

 Después de las mil quinientas veintisiete fotografías, dos arriba o abajo, que le ha hecho el venenciador invita al japones a que pruebe él. El tipo declina la invitación pero desde atrás lo alientan y a la segunda insistencia del morilense acepta. 

El tipo se acerca y le hace tres reverencias a Rafael, famoso en el mundo de la bodega por ser uno de los venenciadores mas ilustres. Rafael asiente y le pasa con mucho mimo la venencia. El japones copia los gestos del venenciador. Coge la copa con la mano izquierda, introduce el latiguillo en el barril con el mismo arte que el morilense y comienza a sacar el líquido. La gente al rededor está espectante cuando sube la venencia. ¡Ni una gota! Al japones no se le cae ni una gota de vino. La ha tirado cerca de la copa y mientras iba subiendo y alargando el chorro que ha cortado como si usase katana en vez de venencia. 

Los aplausos de los visitantes de la exposición contrastan con la cara de Rafael que retira su venencia al japones que vuelve a hacer tres reverencias mientras sigue disparando su cámara. 

29/10/22

La visita.

 Aún se le sigue haciendo un nudo en la garganta cuando su mamá, entre curiosa y acongojada, le pregunta:

- ¿Y como sigue su madre?


Alzheimer
Alzheimer


27/10/22

de trenes.

 ¿Que pierdo el tren? ¡El tren soy yo! El que quiera que se suba. 


Leido por ahí y no recuerdo donde. 

21/10/22

¡Volar!

 

A fin de cuentas era lo que siempre había deseado. ¡Volar! Así que comenzó a disfrutarlo. El aire en su cara, la velocidad. Comenzó a disfrutar incluso del miedo que le dio el primer paso cuando saltó de la azotea.

20/10/22

...

 Octubre se está empeñando en que leo die. 

11/9/22

Edad

 "En mi interior tengo todas las edades, y en mi rostro la que me otorgan los demás. No soy yo quien decide. "

Laure Adler.




29/8/22

Pictolín y pintura.

 He vuelto a casa. Abro la puerta y la llave no está echada. ¿Habrá alguien? ¡Hola! ¡Hola! ¿Hay alguien? Pregunto antes de cerrar detrás de mi. Nadie en el piso. Precisamente por eso es por lo que vuelvo a casa. Después de una inundación de la vecina de arriba, los pintores son los primeros que manda el seguro y por la mañana solo yo me puedo hacer cargo de recibirlos, los inquilinos están fuera. Mi nene está fuera y los otros están trabajando. Y entonces... ¿Si no hay nadie por que no cierran?

El tendedero está en mitad del salón. Habrá que quitarlo, pienso. Los pintores necesitarán espacio. El salón, el pasillo, la habitación de los locos y el baño. Voy recorriendo esos lugares para ver como están. Si han preparado las habitaciones esperando al pintor. En la habitación la cama está sin hacer. ¡Joder, mira que avise! No puedo evitar estirar la sábana y colocar bien la almohada. Las cosas que sobresalen de la estantería las coloco en un lugar donde no peligren cuando coloquen los plásticos para pintar. No puedo reprimir pasar un dedo y llevarme una costra de polvo. Cojo un paquete de pañuelos y sacando uno lo extiendo para llevarme el resto del polvo acumulado. La mesa parece que tiene otra costra de polvo parecida. Me resigno. En el baño hay infindad de productos de higiene, de limpieza y algunas cremas y mascarillas. El espacio del mueble donde puede guardarse esos botes tiene dos que están vacíos. ¡Vacíos! ¿Por qué guardan los botes de gel vacíos? Los recojo y los tiro a la basura. ¿Donde tienen estos el inorgánico? ¡No jodas! ¡Ni siquiera reciclan! Con mucha pena los meto en una bolsa arrugada que encuentro en la cocina. Los llevaré después a la basura. 

Son casi las ocho . Suena el teléfono. El pintor es puntual. Abro la puerta y empiezan a meter bártulos. Yo recojo mi mochila, mi ordenador y me voy a mi antigua habitación. Los papeles de pictolines


campan por la papelera y alguno se ha colado bajo el armario. Dos botes de desodorante, uno acabado, varias botellas de agua, lanjarón, fontvella, solandecabras, hay casi de todos los formatos. Mascarillas.... ¡La de mascarillas que hay en la habitación! Unas abiertas, otras sin abrir. muchas fundas entre la mesa y la mesilla. ¡Y polvo! ¿Aquí nadie limpia el polvo en su habitación? Mi nene tiene mi antigua habitación llena de comics por las paredes. Donde otros tienen un corcho y van colocando sus recuerdos, él usa la pared entera. Bien... ¿Qué parte de culpa tengo en esto? ¿Cuántas hostias me han faltado por darle? Se me ha ido de las manos eso de que tiene que aprender él. Parece que no aprende. Recojo mínimamente la mesa, un poco la estantería. Lo justo para poder colocar mi ordenador mientras trabajan los pintores. Lo justo para poder hacer esta entrada. Para no cabrearme y enviar un whatsapp instándole a venir lo más rápido posible para limpiar su habitación. He encontrado unas zapatillas de paño, son de él. Yo llevo años sin usar zapatillas de paño. ¡Son ideales para lanzarlas a la cabeza! Pienso. Madurar debe ser contener las ganas de dar hostias a quien las merece intentado que se de cuenta de que hay otras opciones mejores. ¿O eso es hacer el gilipollas? ¡No recuerdo! 

El caso es que cada vez me parezco mas a mi madre. Aunque mi madre no había madurado mucho aún y me hubiese dado las dos hostias si yo dejo la habitación como la tiene mi nene. El caso es que tendré que hacer algo de provecho, que no limpiar, en este rato de pintura. Y la entrada se me está alargando, así que... 


Nos vemos pronto. A ver si puedo contar cuando venga el electricista o el acuchillador, para el parqué no para mi hijo, y el piso es algo mas que una maraña de pelusas. 

22/8/22

 Te echo en falta. 

Mucho. 

Esa manera de ajustar la mirada 

para encontrar lo mejor. 

De olvidar lo malo, 

o encontrar lo bueno que tiene. 

Ver belleza en la mierda 

 que nos rodea. 

¡Si! 

Te echo de menos. 

Mucho.

Whisky a destajo, cubatas a deshoras, 

vino hasta acabar las comidas,

cervezsas con, o sin, apertivos. 

¡Que coño! 

Alcohol. 

Cualquier cosa para 

perder la cabeza,

borrar. sentir. 

algo para mandar a 

tomar por culo 

lo que venga. 


21/8/22

No mires.

 Es la segunda vez que pasa delante de mi. En mi cabeza solo hay un pensamiento: ¡No le mires las tetas tan descaradamente! ¡No le mires las tetas tan descaradamente! ¡No le mires las tetas tan descaradamente! 

Y ella, entonces, parece verme. Se acerca al mostrador de información. ¡No le mires las tetas tan descaradamente! ¡No le mires las tetas tan descaradamente! Con mi mejor sonrisa finjida le pregunto que desea. ¡Tetas! ¡No le mires las tetas tan descaradamente! Y vuelvo a sus ojos. Ella confiada, parece relajada y se deja caer en el mostrador alto. Ese que es capaz de sostener el pecho a la altura de los ojos. Y ella pregunta algo. Y solo puedo pensar... ¡al menos no babees! ¡No babees! ¡No babees!



Domingo.

Me despierto media hora antes de que la alarma del móvil suene en la habitación. El pie derecho en el suelo, la mano izquierda bajo la cabeza. Como si quisiera auparme y empezar el día. Pero es domingo y la pereza aún me puede aunque me toca trabajar. ¡En domingo! Otra vez. Tantas ya que debería estar acostumbrado. 

Y pienso que no debería costar tanto levantarse de la cama. Que, al fin y al cabo, es el último día. Que vestirse no va a suponer un problema con el calor que hace en Córdoba y los pantalones cortos y las camisetas son la mejor opción. 

Ella sigue dormida mientras recojo algunas cosas y salgo de la habitación. Cierro puertas para que la máquina del café no se oiga en todo el edificio. A veces echo de menos mi cafetera italiana. Es temprano. Muy temprano para salir de casa pero ya está decidido. Vuelvo a la habitación y le cambio un beso de café por un gruñido y una mueca. 

Cojo la mochila, en la puerta está la maleta preparada. Mañana toca despertar en otro lugar. 

1/8/22

Agosto.

Agostar.  

Verbo transitivo. 

 

1.- Secar, por exceso de calor, las plantas. 

2.- Debilitar o consumir el vigor o las cualidades de una persona o cosa. 

3.- El intento de dormir con calor sobre todo siestas. 

4.- Persona con pátina de tristeza que tiene las vacaciones a principios de julio o en septiembre.

5.- Con las características o habilidad de otra persona que pierde su idiosincracia, sobre todo en verano. (Agosta de otro.)

6.- Asustar por medio de las olas de calor.


31/7/22

Balance vacacional.

Es hora de hacer balance de estas últimas vacaciones, la batalla la han ganado los mosquitos. Bubo dixit.

26/7/22

Maneras de morir. (Extremoduro)

 Él quería morir por ella. Estar en la camilla de la ambulancia pero no como pasajero. Ella ya había declarado su intención de morir con un cuchillo enorme en el baño de casa. Pero después... ¡Ninguno de los dos lo hizo! 

A ella se le quitaron las ganas al salir de la UVI. A él no, pero ahora tenía tantas cosas pendientes que ella le había dejado que ni siquiera se lo podía permitir. A veces pensó que morir de vergüenza era una opción tan válida como otra cualquiera, y sentía que podía hacerse realidad. Sobre todo cuando cruzaba los pasos de cebra cabizbajo y los coches frenaban en el último momento. Técnicamente no sería de vergüenza pero él pensaba que podía valer. Otra opción que contempló mas adelante fue morir de terror. Los cambios que se avecinaban le daban mucho miedo. La cuenta bancaria ya tenía pinta de vivir en un eterno Halloween con sus telarañas, oscura y con sus número rojos brillando como la sangre que derramó ella. Unas semanas mas tarde, cuando ella seguía mintiendo, como si hubiese sido una aventura de taxi y hotel en vez de UVI y ambulancia, él sopesó también morir de rencor. ¿Se podía morir de rencor? Pensó mientras veía a su padre renqueante andando por el parque con su bastón. Morir de rencor o morir de pena. Morir como solución pensó durante un instante. Un segundo, solo un segundo y... Pero eso fue lo que hizo ella y se obligó a vivir. 

19/7/22

Gafas de sol

 "Que me entierren con gafas de sol."

Carlos Edmundo de Ory.

8/7/22

El cromo.

 Es como aquel cromo que me regaló mi primo Eladio. Me dijo que se lo habían querido cambiar por otros cincuenta pero él me lo traía a mi. Era un cromo que tenía un dibujo de un león cazando una gacela. Cuando lo vi por primera vez no sabía lo que era una gacela. Para mi era un ciervo, eso si lo conocía, pero lo miraba descubriendo los detalles del dibujo. Las garras del depredador, el escorzo de la presa intentando escapar. Tampoco sabía que era un escorzo por aquella época. Durante un tiempo, iba a escribir meses y meses pero el sentido del tiempo es muy relativo cuando tienes seis años, iba encontrando nuevas colores en aquel cromo. Y cuando ya no había nada mas que conocer de aquel dibujo, volvía a coger el cromo y lo cambiaba de un libro a otro. Por que no solo era un cromo interesante, era el que me había regalado Eladio. Por que no era solo un cromo de un león matando a un ciervo. 

Es así como la miro a ella mientras me da la espalda y su respiración delata que duerme profundamente. 

5/7/22

Corazón de Tango

Tuviste que decirme adiós 

Esa manía de despedirnos a finales de junio. Bebiendo cervezas en las playas de chinarros. Con los fuegos a la espalda. Celebrando mis suspensos y tus sobresalientes. 

Calles hundidas a mis pies
pa´echarte en falta hasta la muerte
Y yo bailando el ritmo de mis zapatos negros zapatillas blancas
como veleta fiel al viento. 

Como puede moverse tanto el asfalto. Me has mareado tú mas que las birras. No debí tomarme aquel whisky antes de verte. No debiste decirte que era el final del verano en junio. Yo no tenía tantas ganas de crecer y tú ya mirabas por una hipoteca. 

Corazón de tango, tengo el cuerpo de jota bulería y soy
Un aprendiz de sinvergüenza
En brazos de la soledad
Vendió su alma al diablo
Y tú y yo brindando por un adiós

Pero hoy es hoy, y mañana Dios dirá. Hoy estás aquí y siempre hay algo que celebrar. Tus besos retrasan los segundos y tus manos hacen eterno el calor. Aún no es de día y por muy corta que sea la noche hay que hacerla durar. 

Vamos a engañarnos y dime, mi cielo
Que esto va a durar siempre
Perderme en tus brazos, dulce locura
Tú, mi droga más dura

Miénteme, esta noche te lo creo todo. Miénteme, te juro que tengo un apartamento en Bavia y puedo estar meses esperando tu regreso a las nubes. Alíñame el camel con tu aliento. Yo te espero, tú solo dime que vendrás. 

Vamos a engañarnos y dime, mi cielo
Que esto va a durar siempre
Perderme en tus brazos, dulce locura
Tú, mi droga más dura
Corazón de tango, tengo el cuerpo de jota y soy
Un aprendiz de sinvergüenza
En brazos de la soledad
Vendió su alma al diablo
Y aquí, tú y yo brindando por un adiós
Vamos a engañarnos y dime, mi cielo
Que esto va a durar siempre
Perderme en tus brazos, dulce locura
Tú, mi droga más dura
Vamos a engañarnos y dime, mi cielo
Que esto va a durar siempre
Perderme en tus brazos, dulce locura
Tú, mi droga más dura
Vamos a engañarnos y dime, mi cielo
Que esto va a durar siempre
Perderme en tus brazos, dulce locura
Tú, mi droga más dura

La portada de "Fugitivos del paraíso" me parece de lo más erótico y sugerente en la discografía de los 90. Tengo que reconocer que casi todo lo que lleve "tango" me vale y me emociona. Es una de esas canciones tristes, de decir adiós. De final de verano, aunque a algunos nos recuerde el final de curso. Ese momento en que acaban las clases, y hay que decir hasta pronto. Cuando el móvil, los whataspp no estaban de moda. Cuando volvías a casa de los padres y dejabas atrás algo más que un curso. (Que algunos ni siquiera dejábamos.)

20/6/22

El vino del estío.

 Un buen sueño o diez minutos de lágrimas o un poco de helado de chocolate, o todo junto es la mejor medicina.

Tom Spaulding 

en El vino del estío. 

De Ray Bradbury

19/6/22

Sátiro

 ¡Fue un chispazo! 

Un segundo, no más. ¡Lo juro! Estaba desnuda en la ducha, tan joven, el agua le caía por el cuello y resbalaba por el pecho duro mientras su mano recorría su caderas. ¡En serio! Un segundo no más. Una alarma sonó dentro de mi cuando me excitaba con la imagen. Mi cerebro se cortocircuitó, como si pidiese un reseteo a gritos y negaba con la cabeza ligueramente mientras volvía a la realidad. Ella seguía allí, en el baño, curiosa,  jugando con la ducha, con su top y mallas puestas mientras yo la miraba a través del espejo sentado desde la cama de la habitación. Sus padres sonriendo a  mi lado, elogiando el buen gusto que había tenido para elegir el apartamento donde pasarían los próximos tres días. Hacía años que mi imaginación no se disparaba con chicas desnudas. Hacía años que no fantaseaba con una adolescente. Hacía treinta y cinco años, cuando yo también lo era. 




Fue la primera vez. Pero no ha sido la última. A vuelto a pasar. Una chica con minifalda de vuelo camina rápida delante de mi. Me he despistado con el móvil y me ha adelantado. Está muy cerca. No he tenido que variar el paso para seguirla  dos o tres metros. Lleva zapatillas blancas. Sus piernas son robustas, no gordas, tampoco finas. Una coleta castaña baila sobre su espalda con el ritmo de sus caderas. Si me centro en su culo puedo descubrir la forma de unas bragas claras. Son bragas cómodas, de las que cogen todo el culo y lo aprietan bien. Y yo las imagino rozando los muslos, con algo de sudor en las costuras. Unas gotas que empiezan a resbalar por los muslos mientras camina, que incitan a seguirlas con la lengua en sentido inverso del camino. Mi cabeza se ha vuelto a negar a pensar en ella. En el sudor, en sus piernas, en su culo. Me he cambiado de acera rápidamente para evitar cualquier imagen nueva. He cambiado la música en el móvil y le he dado muchos metros de ventaja. No he querido pensar en nada mas mientras llegaba a casa.



-No te reprimas, me dice. Pareces cohibido. ¡Estamos de Feria! ¡Lánzate! 

Y yo, que llevo dos días controlando todo lo que bebo, lo que digo, como actúo en la caseta y moderando cualquier atisbo de salida de madre, decido que ya es hora de salir de este letargo. La agarro por la cintura y comienzo a bailar con ella muy pegado. Me bebo el gintonic de un sorbo y cuando el DJ, vuelve a poner otra bachata una de sus compañeras me solicita para bailar. ¡No me corto! Es bajita, con un escote impresionante y un culo muy duro para los siete u ocho años que me saca. Toda la tarde mordiéndome las ganas de contestarle todas las insinuaciones que me había lanzado. A los otros compañeros, al DJ, al camarero, incluso a mi con mi pareja al lado. Le subo la falda para poder meter mis piernas entre las de ella, le aprieto el culo y me pego a sus tetas. Ahora es ella la que se corta. Risas y murmullos en el grupo de trabajo al que no pertenezco. Una morena se acerca y en uno de los giros cambio de pareja. Parece agradecerlo. Cuando tengo la boca en el cuello de la última morena un chanquetazo en el culo me despeja del baile. Es mi pareja. 

- Mejor que empieces a reprimirte. Vuelves a dejar huellas de cabra en el albero. 

17/6/22

Balas de corcho

 


Solo quedaban cinco disparos. La familia se había llevado casi todas las ráfagas de la cámara. Y aún no tenía a mi disposición esa ventaja de poder disparar, casi sin mirar, que traerían las cámaras digitales. Así que llevarse un trasto como como una Pentax analógica a la feria se veía de una ilusión y una esperanza muy altanera. Cuando llegué apunté al barman que me entregó una cerveza a cuenta. El técnico de sonido y unos locos saltando, mientras la Fiesta Pagana de Mago de Oz sonaba a mas decibelios de los que permitía el ayuntamiento, se llevaron los siguientes disparos. Y entonces recordé una de las cosas que decía mi profesor de fotografía: También hay que mirar atrás. 
Y atrás estaba ella. Mirando el cerro, apoyada en la baranda con una pierna en alto. A su lado una botella de vino. Me tomé mi tiempo y disparé con alevosía. El carrete marcó el final de las exposiciones permitidas. Y entonces ella se volvió. 
Nunca me ha gustado fotografiar rostros pero mientras me miraba como si estuviese cogiendo el último pestiño de la visita, cargué la siguiente foto. El carrete nunca acaba en la foto 36, y sonriéndole, sin pedir permiso, disparé de nuevo. 

Siempre me gustó esa foto. Así que la he seleccionado para editar mi primer libro; una colección de micros, que espero que os entretengan, os diviertan, u os revuelvan las tripas como lo hicieron conmigo. 

Echadle un ojo y ya me decís que os parece: Balas de Corcho. 



4/6/22

Hoy me quedo en casa lo de fuera no me interesa.


Pero si alguien me toca las palmas...

30/5/22

El adivino.

 No le fue difícil predecir su muerte. 

Lo difícil fue mantenerse callado al escuchar los aplausos cuando cerraron el ataúd. 

14/5/22

Le gusta.

 Le gustan las berenjenas en vinagre, los caracoles en cualquier época del año. La gente, la gente le encanta. Y el olor a azahar, meter la mano en la tierra, ver crecer sus macetas, los patios y la luz de la tarde. Brindar la despedida del Sol y pintarle los ojos a la Luna cuando va a salir. 

Se entusiasma cuando el móvil le recuerda a alguien que quiere. Disfruta encendiendo la chimenea y nadando. Se le saltan las lágrimas cuando "sus niños" le preguntan, y adora que la llamen para darle un beso en mitad de la calle. Pasear entre los árboles, las callejuelas. Las canciones de Ana Belén y también las de Extremoduro. 

A ella le gusta todo eso, a mi, lo que mas me gusta, es ella. 

9/5/22

Despedida.

 Tu último beso no me llegó. 

Lo mandaste mientras conducías

y pisabas el acelerador.

Hacía frío y tenías las ventanillas subidas. 

Te llevaste dos dedos a la boca

y lo enviaste al retrovisor. 

Tú último beso se quedó en el coche

y voló rozando el techo 

con la calefacción tan alta. 

Buscó acomodo, como un niño,

en el asiento de atrás.

Mientras yo seguía esperándolo 

en la parada del autobús. 

Tu último beso se escapó 

cuando llegaste a destino. 

Las puertas del coche abiertas

lo liberaron. 

Y acaba de llegar a casa, tantos meses después

a mis labios. 

5/5/22

Las pelusas de Babia.

La vecina lo ha acompañado hasta la puerta y le ha deseado suerte. Vuelve de dejar al pequeño en el colegio y una vez dentro de casa no tiene que seguir sonriendo. Se dirige a un rincón de la habitación. Es donde lloró por última vez y los ojos acuosos le piden la querencia. Apaga las luces, baja la persiana y se cubre con una manta que hay en un montón de ropa. Siempre hay mucha ropa en ese rincón. Y es entonces cuando sueña que sigue en Babia, que aún vive allí. Que no fue desalojado a la carrera como un okupa. Por que en Babia aún hay futuro y es prometedor. No como el presente que tiene delante. En Babia no hay preocupaciones, ni pagos de hipotecas, ni cuentas bancarias en rojo. 

Pero en Babia también suena el móvil y los ZZTop lo traen recuerdos de un hospital muy presente y la manta empieza a sobrar encima de él. Entonces vuelve a mirar ese rincón de casa que acumula mas pelusas de lo normal. Y durante un minuto piensa que pueden ser sus sueños,  pero ya vive en el hoy y barre las pelusas-sueños que tira a la basura con alguna lágrima que no se permite que corra por su mejilla. 

2/5/22

Bajo la lluvia.

 Lo peor no es sentirlo. Es no poder decirlo, no poder gritar. 


Durante dos semanas había ido a todos sitios con el paraguas grande. Ese que le tapaba la cara, casi medio cuerpo, pero no podía ocultar toda la vergüenza que sentía. El tiempo le había acompañado en sus salidas imprescindibles, llovió torrencialmente, y cuando no lo hacía, era un sirimiri que mojaba tanto como el aguacero. Durante esos días creyó que la lluvia la provocaba él. Su ansia por permanecer oculto bajo aquel paraguas que no había utilizado en años. Caminaba por el barrio con paso rápido, cabeza gacha, sin mirar a ningún vecino. 

Quería pensar que era como aquella vez, de niño, en la que su madre le dijo que colgaría las sábanas mojadas en el balcón para que todos supiesen que aún con doce años había meado la cama. Su madre no llegó a hacerlo, el secreto quedó entre ellos, ni siquiera el padre llegó a saberlo nunca. 

Pero esta vez había mas implicados. Ella se había encargado de hacerlo tan difícil con su suicidio que los vecinos se enteraron de primera mano con la llegada de la ambulancia a la puerta de casa, casi unos minutos mas tarde de que él la encontrara. No sabía de porques pero cuando vio aquella nota con  cantidades que desconocía, empezó a entender. 

Aquel día aprendió que las manchas de sangre salen con agua oxigenada. Una gran lección que se sumó a aquel master class que empezaría a ser su vida en los siguientes meses. Una de esas que, como decían los maestros antiguos, la aprendería con sangre aunque no fuese la suya. Lo que mas le dolió no fue todo aquel torrente de sentimientos que le fueron empapando como la bendita lluvia, lo peor que llevaba era no poder gritar. Hacía tiempo que había perdido la voz y tuvo que pasar un curso completo para recordar a hacerlo. 

29/4/22

Corre.

 Corre, corre, corre, le digo. Sabiendo que es lo que quiere oír. Cuando lo que quiero decirle es: Para. Detente. Mira alrededor. ¿Acaso no ves lo que te rodea? ¿No quieres sentir lo que hay alrededor?

Pero ella está hecha para correr. Para no mirar atrás. Lleva la velocidad en su cabeza. Y solo cuando un árbol la detenga, caída en el suelo, abrirá los ojos. Se levantará, mareada aún, y seguirá corriendo hasta el siguiente árbol. 

Y yo, que me encantaría tenerla un rato a mi lado, solo puedo animarla a correr. 

28/4/22

Inocente.

 Soy fácil de engañar. Lo sé por que suelo hacérmelo constantemente. 


Bubo dixit. 

23/4/22

Caballo de...

Aquel griego tuve una idea genial. Hacía poco mas de un año que la jugada le salió bien en unas tierras al este de su pueblo. Dejaron un presente como ofrenda de paz y se retiraron tierra adentro. Comenzaría la primavera en unos días y recogieron aquel enorme caballo para entrarlo en su plaza. Nunca pudieron hablar de una gran victoria ni una tremenda derrota pero desde aquel día comenzaron a celebrar la quema de grandes esculturas aquellos valencianos.

20/4/22

Enmmanuelle




 - ¿Esta es la niña de la Sole?

- ¡Mas quisiera la niña! ¡Esta plana como tabla de planchar! Pero le da un aire.

- A mí, mi Baldomero, me regalo un collar como ese. Todavía me lo pongo para la procesión del Corpus. 

- Si. Pero igual no se te queda. 

- Ahora no. Pero de joven no tengo yo que envidiarle nada a esta. 

- Eso si. Que tú has tenido siempre muy buen tipo. 


16/4/22

Sábado de Gloria.

 En una iglesia decente debe haber un buen cenicero.


Bubo dixit. 

6/4/22

Lluvia.

 Llevo muchos kilómetros de lluvia en los últimos días. La mayor parte de ella ha caído en el coche, algo se ha llevado mi chubasquero pero la que mas me ha jodido es la que sigue cayendo dentro de mí incluso con el sol en el cielo. 

23/3/22

Doctor, doctor.

 - ¿Qué te ha dicho el médico?

- Que bien. En unos días me da el alta. 

- ¿Y no te la ha dado ya? Yo creo que estás para trabajar. 

- ¡Seguramente! Pero le he dicho que estoy deseando de que me de el alta para poder coger a los pequeñajos. Que ahora mismo no lo hago. Y entonces me ha dicho que mejor no. Que me espere unos día para terminar de fusionarse bien los huesos. Que nada de hacer virguerías. 

- Pero... ¿Que niños vas a coger tú? ¡No será el tuyo que te saca una cabeza! ¿No?

-¡No! Los nietos. 

-¿Qué dices? ¡Si no tienes nietos! 

- Le he dicho que son tuyos. Que son de mi pareja. Que su hija vive con nosotros y estoy deseando de coger al pequeño Alex para alzarlo y subirlo por encima de mi cabeza. Que me encanta como ríe cuando lo lanzo al aire y me pide "ma", con esa media lengua que tiene. 

- Pero... ¿tú a que vas al médico, a engañarlo?

- Pues si... como todos  ¿no? Y si encima me saco una historia bonita. Pues mejor. 

16/3/22

Llegada


La subida ha sido costosa. La llegada, cruzar el umbral del pueblo, tocar con su mano el humilladero que recibe o despide a los visitantes la ha hecho suspirar, el cansancio ha sido extenuante. Busca un sitio donde sentarse. No hay nadie para recibirla, solo un gato que maulla en el abredadero seco de la plaza. Le sonríe y decide acompañarlo un momento. Que bien sienta descansar. También el sol parece querer colaborar en su bienestar. Lo agradece con una caricia al bicho. Que paz.  

Una puerta se abre en la plaza. 

10/3/22

¿Polvo o partido?

 - ¿Tú que prefieres, echar un polvo o ver un Real Madrid - Barcelona?


La primera vez que me preguntaron eso andaría por los veinte. Si me lo hubiesen preguntado cuatro años antes lo tendría muy claro. La primera opción, sin objeción. Pero con veinte años ya te lo piensas. A ver... ¿sería con mi novia o puedo elegir? ¿va a ganar el Madrid, o va a volver a darle una manita el Barça? ¿va a ser un polvo apoteósico, o normalito? ¿qué se juega el Madrid? En aquella época ya tenía mis dudas. 

A ver... Si hablamos de "La Crawford", ya juegue la final de Champios, que prefiero el polvo. (Aún no había marcado Mijatovic para levantar la séptima.) Pero... si es un partidazo y voy a liarme con mi novia... Yo la quiero mucho claro pero... Si le metemos cinco al Barça... ¡El partido! Me gustaría verlo. 


Ayer, visto como iba el partido, el equipazo del PSG y una eliminación temprana del Madrid, decidí irme a la cama. Eso si, con radio puesta y el canal Gol en la tele de la habitación. ¿Que es lo mejor que se puede hacer en la cama a las diez y cuarto? Pues si, está claro. Si aún no hay ni ganas de dormir, pero... va Benzemá  y marca. ¡Coño! A ver, a ver... que se acaba de empatar el partido, que los madridistas hemos visto de todo, mira que si llegamos a la prórroga. Pero eso es bueno ¿no? me dicen desde el otro lado de la cama con arrumacos. ¡Eso sería la hostia! Contesto. Y entonces me acordé de la pregunta. Y a mi el fútbol me gusta pero... ¡Ni me va ni me vienes! Como diría mi madre: No te va a dar de comer (aunque si que me quita las ganas de hacerlo). Total que me centro un poco e intento hacer lo que mas me gusta. Besos, abrazos, arrumacos.... ¡Y marca Benzemá el segundo! ¡Hostia, hostia, hostia! Se salí de la cama. No di un salto que la lesión aún no me permite virgerías, pero desde luego fue un alegrón. Los grupos de whatasapp de la familia, casi todos somos del Madrid o simpatizantes, ardían. Y cuando estaba a punto de meterme en la cama... ¡Benzemá, Benzemá, Benzemá! ¡El tercero! ¡Clasificados! Clasificados, estamos clasificados. Desde el otro lado de la cama escuché algo así como... No hagas ruido, mientras se daban la vuelta y me dejaban con la alegría futbolera. Me da que el polvo esta noche como que no, pero... ¿quién necesita follar con el subidón de eliminar al PSG? 


Por que... esa es otra. Si eres de los que ya tienes una edad... ¿tú recuerdas el antepenúltimo polvo que echaste? Y... ¿a que sí recuerdas donde viste el gol de Mijatovic para la séptima? ¿o aquel de Zidane? ¿a que recuerdas el minuto exacto del gol de Iniesta? Pues el partido de ayer... va a ser difícil de olvidar. 




Cindy, mi amor, si lees esto no te enfades. Contigo sería distinto. Mándame tú número. 







Y tú no me despistes mas. 


28/2/22

Si no fuera...

Lleva tanto tiempo mirando desde la ventana que ahora las personas que pasean bajo ella le recuerdan a la Caverna de Platón. ¿Serán verdad? ¿Existen? ¿O solo es una imaginación? Como una de esas películas que ve solo a media tarde. ¡Nada de noticias! Esta harto de lágrimas, de pesares, de hipócritas y de políticos. Quizá por eso se encerró en casa y dejó que el mundo pasase a su lado. Que corran. Él tiene su máquina de ejercicios. Que se besen. Le da igual. Varias páginas porno están entre sus favoritas, y en la sobremesa ninguna película acaba mal. Que rían. Sus comedias también lo hacen. Que necesidad hay de bajar, de sentir lo mismo que tiene en casa. Que necesidad tiene de vivir con ellos. Si no fuera por lo que echa de menos la tibieza de un abrazo. 

27/2/22

Peinado de boda.

 

Papá siempre tuvo razón. A fin de cuentas aquella era su casa como le gustaba recordarnos, así que aquellas notas tan buenas que me permitían ir a la facultad se quedaron en la caja de la costura de aquel taller al que iba a regañadientes pero que me enseñó a coser. Tanto mis hermanas como yo estábamos destinadas a ser la mujer perfecta. Mientras mis hermanos tenían manga ancha nosotras aprendimos a bordar, a cocinar, a llevar una casa con el pelo largo precioso pero recogido que era como le gustaba a papá. 

Hoy, el día de mi boda, se que siempre tuvo razón. Quizá por eso, por que es el último día que estaré en su casa cuando ha llegado la peluquera para arreglarme el peinado lo tenía tan claro.

- A lo garçon. Me cortas el pelo a lo garçon. 




26/2/22

...

 No morirse es importante para la calidad de vida. 


Paul Krugman.

Nobel de Economía. 

16/2/22

Lo mejor que me ha pasado. #IroníaON

Un hijo es como tener siempre algo al fuego. 


 Xacobe Casas

9/2/22

Alergias.

 Se despierta con una picazón en el cuello. A medida que se despereza ella se despierta a su lado. La oye pero no la ve y solo está a pocos centímetros. La cama está llena de cojines y hace imposible el contacto. Ella le pregunta como ha dormido. Él se sorprende al decirle bien. Hace días que no despierta varias veces y ella siempre ha estado a su lado para ayudarle. Las tres costillas que se ha roto lo hacen mas inútil de lo que es. Pero... (siempre hay un pero con él) me pica el cuello. Bastante, matiza. Y ella entonces sale de la cama, va al otro lado para mirarle el cuello y encontrar una erupción rojiza. 

- Quizás es el relajante muscular que tomaste ayer, aunque lo mas probable sea que hayas sudado y este cojín tan malo te haya echo reacción. No creo que sea nada. 

Y él confía en ella y puede que tenga razón, pero (siempre lo hay) no puede dejar de pensar que ayer le obligó a ponerse un pantalón de chandal y seguramente ese sea el detonante de la erupción. 

11/1/22

Libros 2021

 


Voy directo:

Dolmen. De Manuel Pimentel. Un libro al que tenía ganas de hace tiempo y, de hecho aparece en el último listado del 2020, pero lo acabé el día 1 de enero. Me han dado ganas de patearme Andalucía para ver todos los que nombra el escritor en el libro, por su puesto solo he visto uno y tengo pendiente muy a mi pesar el de Gorafe y el de Antequera. Recomendable por que Artafi es uno de mis personajes favoritos y este año he podido subir el puerto de Artafi en Córdoba.

Antología Poética de Wislawa Szumborska. Una de esos libros de poesía que se me eternizan en la mesilla de noche. Por fin lo acabé, la culpa, desde luego, fue mía que me dosifiqué sus poema.

Estrella Distante. De Bolaño. Creo que volví a releerlo por que uno de mis sobrinos tuvo que hacer un comentario y de paso aproveché para volver a echarle un ojo. Lo mismo que A sangre y fuego de Chaves Nogales. Otro que recomendó uno de mis sobrinos y fue una acierto. Me ha encantado este autor al que por reaparecer en un momento político controvertido no le hice mucho caso. Error mío que intento subsanar.

Los Asquerosos. Libro divertido de Santiago Lorenzo que tiene obra de teatro. Precisamente la semana que viene la traen a Córdoba. Alguien dice tu nombre, de Luis García Montero. Uno de esos autores que llevaba tiempo en pendientes y me ha alegrado de leer. Al contrario que Desátame, de Noe Casado. ¡Como coño tengo estómago para leer estas tonterías!


Córdoba Golfa
. Desde hace años le tenía ganas. Lo pedí en la biblioteca por que no ha sido fácil de encontrar. Un ensayo de Córdoba que ya he tardado en leer. Por cierto hay segunda parte y no pasa que lo vuelva a pedir en breve. Animalitos de Dios, de Lorenzo Covalto. O Clandestino, de James Elroy han sido libros que estando entretenidos me han defraudado un poco. No recomendables para todo el mundo. Todo lo contrario que El enigma del Evangelio Triana, de Muñoz Gijón, otro desternillante libro de El Rancio.

El arte de la prudencia, de Baltasar Gracian. Un libro que algunos deberían de tener en la mesilla de noche para echarle un ojo de vez en cuando. Un compendio político social del siglo XVII que sigue vigente. Al igual que Ensayos Literarios de Stevenson. Un acierto, a ratos hasta divertido, de como aconsejar al hijo de un colega para que deje la escritura, aunque a veces la fomento y de unos valiosos mensajes que duran en el tiempo después de varios siglos.

El asesinato del profesor del matemáticas de Jordi Sierra, o Indigo Mar, de Ignacio del Valle (con lo que me gusta Arturo Andrade) no fueron especialmente interesantes. Pero después llegó El desorden de tu nombre de Millás que, como de costumbre, sorprende.

El Prisionero del cielo, de Ruiz Zafón, fue una vuelta al Corazón del Angel, aquella película de De Niro y Mickey Rourke, nada de sorpresas. Es lo que tiene ver y leer mucho. Pero me encontré con Ana Simón y su Feria que me llegaron un poquito. Además pude terminar por ese tiempo Sopa de pollo para el alma, una serie de relatos faciles y adoctrinantes para la moral que me la estaban comiendo.

Julio fue excelente en lecturas. Salvar el fuego de Guillermo Arriaga, que no se corta nada y una recomendación por parte de Antonio Luis Ginés, El niño que comía lana, de Cristina Sanchez. Además de terminar los Cuentos de Jose María Roa.

Después de mucho twitter por fin le dí tiempo a Salvador Gutierrez y El lenguaje de las mareas. Pero creo que por ese entonces me harté de detectives lumbreras y me decidí por leer algo bueno y cayó La Historia de Elsa Morente. No me equivoque con este libro, es muy bueno. Y además seguí con un intermedio de libros por otra italiana, Gioconda Belli y El intenso calor de la luna. Libro que he recomendado por algún sitio y me felicitaron por eso.

Dioses menores, de Terry Pratchett y Mares de Sangre y bajo cielos rojos, de Scott Lynch han sido recomendaciones de Mónica. El primero divertido, muy del estilo de Tom Sharpe, el segundo era continuación de la Saga Los caballeros bastardos. Creo que se quedará aquí la saga, al menos hasta que no publiquen en castellano el resto.

Los últimos pasajeros de Manuel Laureiro, autor que le gusta a Christian pero no entiendo como ha conseguido que me lea dos libros de este hombre. Y un Houllebeack como Plataforma, no se puede criticar lo que no se conoce y ya lo conozco. Y lo peor es que ahora no se si criticarlo, o no. Por que ese libro en esta década es denigrante pero también es esclaredor cuando se publicó.

Acabé la Antología poética de Bukowski, faltan muchos y sobraban otros en ese libro. Y me leí la continuación que Juan A Mañas hizo de su Historias del Kronen: La última juerga. Creo que el hombre tiene que tener su ratito de gloria y sus finanzas saneadas por lo que no le puedo reprochar nada pero este libro no es, para nada, una continuación de nada.

Luis Landero me abrió su Balcón de invierno y me gustaron sus vistas. Ya llevo dos de este tipo y hay ganas de mas.

Para finalizar pondré una de las novelas gráficas que me han gustado mucho de los últimos años: Noviembre. Una adquisición de Rafa que me ha prestado y ha sido toda una sorpresa. Aunque por culpa de el vástago también han caído otros comics como La materia de las leyendas, Toda una vida (Spiderman), Todo Lobezno, Spawn, Entre los muertes (Spierman), Secret Wars, y alguno más que seguro que me he despistado y no recuerdo.

10/1/22

Netflix

Hace días que no me toca. Ni siquiera nos rozamos en la cama. A veces pienso que me está engañando con otra y me masturbo imaginandomelo. Pero entonces le veo la cara a la mujer con la que folla y soy yo. Me corto el rollo imaginarmelo conmigo. Antes no era así. Antes, las discusiones acababan en sexo, quizá con un poco mas de ira del que debería, pero bueno. Lo peor es que sé que no ho hay nadie mas. Que es solo la desidia la que se instaló en nuestra vida. 

A veces entro en su ordenador. Suele usar la configuración de incognito cuando entra en páginas porno pero se le olvida que soy informática. Mulatas, ebano, jovenes y trans, incluso trans. No puedo competir con eso. Y le reclamo en la cama, en la casa, en la vida. No hay manera. Se encierra en su caparazón, se atrinchera de armadura y mentiras. ¡No, mentiras no! Él no miente,. Omite, confunde, juega con la ironía, los sinónimos, usa todo el lenguaje, incluso el corporal para mostrate su verdad. Una que yo no entiendo.

Y estoy harta de sus palabras, de acostarme este invierno con frío y levantarme helada. De tragar como si fuesen garbanzos secos esas pildoras que susurra en el sofá intentando justificar que ya no hay nada mas en casa que nos una que una pantalla de televisión.

9/1/22

5 series de 2021

 Este último año ha sido prolífico en series. Como todo el mundo, nunca esta comparación fue tan acertada, he tenido que encerrarme en casa, así que las series, los libros y los pendientes se han podido ir completando con mas facilidad. Este año, entre otras cosas, me han recomendado muchas series. Tengo que reconocer que la gente, como norma general, no suele tener mucho criterio. O sea, tu puedes ver patrañas impresionantes y, para gustos los colores, puedes ser forofo de una serie, pero si la recomiendas mejor que sea a alguien con esos gustos. Bueno... el caso es que entre las que he visto y tienen una puntuación mas alta son:

Apaches. Una serie del año 2015 con un buen reparto. Una historia de amistad y sueños. De un barrio que se mete en la piel de los personajes y no deja que se marchen. Una historia de policías y ladrones que se empezó a jugar de pequeños y ahora vuelve. 

El colapso. Fue una serie recomendado por Daniel. El primer capítulo ya te deja como con un Dejavú, esto lo he visto antes. Y es que es una serie preapocalíptica donde algún episodio ya lo hemos visto en la vida. Donde podemos identificar a algún personaje e incluso identificarnos a nosotros. Una serie que pierde fuerza en los capítulos finales pero que no te va a dejar indiferente. 

Generación 56K. Quizá a mi me pilla un poco mayor pero para los que tienen ocho o diez años menos estoy convencido de que esta serie les debe sonar. Los 56K, aquel modem que te fastidiaba la conexión cuando alguien llamaba a casa fue un adelanto increible para conectarnos con el mundo. Y aún no estábamos preparados para eso. O quizá no llegamos nunca a desconectar de los amigos de verdad en vez de cambiarlos por virtuales. Una serie divertida que seguro que a los de treinta y pico les va a resultar familiar. 




Red Oaks es de estas series tan tontas que te enganchan. Un club de verano donde se cruzan los estudiantes con los profesores, los clientes con los barman y donde los enredos y situaciones son casi de otra época. Ambientada en el los años 80, 90 esta serie es divertida y sin pretensiones. Yo la encontré de casualidad y, quizá por eso, me ha entretenido en sus tres temporadas. También es una serie que acaba y da gusto que no te dejen con la miel en los labios esperando situaciones nuevas. 
Bodyguard. Pues si, la carátula ya avisa. El tipo chico guapo, la política de turno y una rollete por medio. Pero hay mas. Y eso es lo que llama la atención de esta serie, que empiezas con una idea de acabar pronto y sin sorpresas y si, te la da. Es una de las sorpresas de este año. 







También han caído algunas mas como: Lupin (T1 y 2), Los Bridgerton, Cobra Kai (T4), Mandalorian (T1 y 2), Sabrina (T4), Bondie (T2), Homeland (T8), Coverts Affaire (T1-5), La Templanza, American Goods (T3), La Barraca, The Ranch (T1-8), Wanda Vision, Jupiter Legacy, Puro Missippi, Sexify, Pequeñas coincidencias (T3 y final), Invencible, Master of None (T1 y 2), Inocente, Castlevania (T4), Baby (T1-3), BarLume, El Cid (T2), Como vender drogas online, Vivir sin permiso (T2), Halcón y soldado de invierno, Control Z (T2), Valeria (T2), Leonardo, Crusoe, Logia 49, Loudermilk (T1y2), Sex Education (T3), Loki, Ethernell, Modern Love (T2), Juego del Calamar, Mesiah, Parot, Ciudad Invisible, Guía astrológia para corazones rotos, G.E.O., Pelotas (T1-4), La rueda del tiempo, El juego de las llaves (T2), El corazón del océano, Arcano LOL, El pueblo (T3), The witcher (T2), Haweye., The Gift. 


En rojo las recomendables pero no puestas en primer lugar. En amarillo las que merecen la pena. El resto... las he visto, quizá alguna te guste, pero no te voy a insistir. Pero... ¿tú que has visto?

5/1/22

GatoRelato.

Los relatos son como los gatos callejeros. Los ves, les echas el ojo, y parece que te los vas a cruzar pero ellos te ven primero y... se paran, como si fueses a cogerlos y estrujarlos. Se te quedan mirando y tú sigues indiferente, quizá con la suerte de que no te den por una amenaza y sigan su camino para cruzaros, pero no. Sigue esperando que des tus pasos, y te rehuyen, entonces lo sigues, y se esconden en un coche, lo buscas bajo el motor. Lo habías visto, lo tenías centrado, lo puedes describir y... ¡Nada! Se pierden como si fuesen fantasmas y no hay manera de coger uno. Ni gato, ni relato.