27/12/15

Pirotecnia.

Se venden petardos pone en el letrero de la entrada. Entro decidido y un tipo en el mostrador me saluda amable:
- Buenas tardes.
- Buenas tardes. Verá usted quería tres petardos. De esos para meterles fuego y que exploten bien. 
- Aquí garantizamos los petardos. Dígame quería alguno en particular. 
- Pues si señor. Quería tres petardos de los grandes: Belén Estebán, Kiko Matamoros y Paquirrín. 
- ...

Total que el tipo me echa de la tienda y me quedo con las ganas de meterles fuego y que exploten pero estamos en fiestas. Ya se encargarán ellos solos.

Er´Dylan.

- Dylan. Dylan. - La madre llama a gritos a su hijo. 

Suena el teléfono. Es mi compañero. 
- ¡Tío! ¿Has visto el nombre que le han puesto al nene? Dylan. Y encima lo llaman Er´Dylan. ¡Ya les vale! 
- Pues a mi me gusta. De Bob Dylan, Dylan Thomas...
- ¿Que dices? Estos le han puesto Dylan por el de Sensación de vivir. ¡Fijo!
- Joooder que cabrón. Pues si que es una putada. 

26/12/15

El Escolta.

Nuestro escolta se llama Raimundo y tenía la polla mas grande de todo el equipo. Tener la polla mas grande de un equipo de baloncesto es mucha polla. Así que cuando entrabamos en las duchas asquerosos de sudor después de un entrenamiento bestial con nuestras pollas enflaquecidas, Raimundo venía exultante desnudándose y entrando en el agua con su aparato. Da igual que el agua estuviese fría o caliente. Nosotros terminábamos pronto y buscábamos nuestra ropa interior para tapar aquello que el escolta dejaba en entredicho. 


Ayer una chica me sorprendió en una de esas celebraciones que te pillan en el centro. Encantadísimos de Navidad todos. Me planta dos besos que me deja los carrillos con tomateras hasta Reyes y me pregunta:
- ¿No me recuerdas? 
La miro detenidamente. ¡Esta buena! Pero no tengo ni idea. 
- ¿Del trabajo? ¿de la feria? ¿no habremos salido juntos? 
- Baloncesto. Rowly. 
La vuelvo a mirar. He jugado con pocas chicas. Algunas muy buenas pero diría que las conozco a todas. (Claro que una vez que se quitan las camisetas y se ponen minifaldas con pintura cambian mucho.) 
- ¿Del Rowly? - Hago memoria. En aquella época yo era de los mas pequeños y no recuerdo a las novias de los demás compañeros. Casi ni recuerdo a algunos. - ¡No caigo! - Le digo rindiendome. 
- Ahora me llaman Aimun. 
- ¿Raimundo? ¡Hostia tío no te conocía!- Le digo dandole un abrazo. Pero me corto al notar sus tetas y entonces me echo un poco atrás. - ¿Que cambio, no?

Y durante unos minutos estamos hablando de como nos ha ido la vida. Al parece como a todos, unos años mejor y otros peor. Pero tirando. Es curioso. Es la primera vez que me besa una tía con un escote medio decente y tengo que controlarme para no mirarle la entrepierna. 

25/12/15

Regalos.

¡Feliz Navidad!

Portaos bien si no...




23/12/15

Lo que ya no escribo.

Me gustaría volver a escribir con las ganas con la que lo hacía antes. Ver una fotografía y encontrar el motivo que me lleve a enlazar una palabra con otra. Recordar una sensación y saber exactamente todo lo que viene detrás, un nudo en la garganta, una lágrima. Soñar con una sonrisa y saber que era la de un amor, quizá uno de infancia, y volcar mis miedos, mis rarezas, mis ilusiones en un papel, en una pantalla.* Unas veces por que no encuentro el tiempo, otras porque ne interrumpen. Otras porque la pereza siempre ha sido una constante en mi vida.** El caso es que no encuentro ese momento tranquilo en el que puedo relajarme y escribir. El folio en blanco que nunca ha sido un problema ahora es un A3 satinado y brillante, impoluto durante minutos y horas. El sexo y las borracheras de antes no son una constante como antaño donde el blog se alimentaba de juergas y rollos. La única constante sigue siendo el pequeñajo pero ni ya es tan chico ni yo me como la cabeza tanto como antes. 
¡Si! Me gustaría escribir como antes pero... ahora mismo me conformo con no dejarlo. Con seguir buscando en mi cabeza, en mi ¿interior? cualquier excusa o alguna fuerza para sacar lo que uno lleva. Penas, alegrías, más tonterías que otra cosa pero seguir. ¡Quizá mañana sea otro día! Por hoy... por hoy me vale. Voy a tomar una cerve con la familia. Que para eso tengo unos días en Navidad y el tiempo acompaña. 

Un abrazo y gracias por seguir el blog este que cada vez va a peor. 






* Interrupción.
- ¡Papááá´!- Me grita mi nene desde su habitación.
- Diiiime.
- ¿Que haces?
- Nada. Bueeeno... Estoy escribiendo.
- ¿Puedes venir? 
- ¿Ahora? ¿Que quieres?
- Es para darte un abrazo.  
- ¡Joder! ¿Y no puedes venir tú?
- ¡Es que estoy jugando y ahora no puedo levantarme! 
- (Y parece que si. Que yo si puedo levantarme y voy para darle un abrazo.)

**Interrupción. otra. 
Suena el teléfono. En la pantalla aparece el nombre de mi hermana.
- Diiiime
- ¡Niño! El comic que decías es uno o varios. 
- ¿El de la Civil War? Uno solo. Pero el formato que los tiene todos. 
- ¡Vale! Entonces ya.
- ¡Oye! ¿Vamos a quedar antes de cenar? 
- ¡Que va! Yo no puedo. Hasta la semana que viene nada. 
- Jooooder. Que yo empiezo a trabajar mañana y luego es mas difícil.***
- Pero si es que me voy. 
- Bueno, A ver si puede ser para el martes y nos tomamos algo todos sin cenas ni historias. ¿Que haces hoy?
- Me voy a la calle. Me quedan un montón de cosas pendientes y voy tarde. ¡Que ya nos vemos!

*** Interrupción tres. 
- ¿Papaaaa sabes que es un albinoide?
- Un robot que no tiene melanina. Que es blanco. 
- ¡No! ¡Mira!
Albinoid.
Y entonces viene al salón donde estoy escribiendo y lee la primera interrupción. Me da un abrazo y me regaña diciendo que no siempre voy yo. Que ahora viene él. Me quita el ordenador y me deja una imagen. 
- ¿Ves es esto? - Me dice enseñandome el dibujo. Y luego se mete en la descripción para aclararme. 


Así que mejor dejo el post como está y no paro. Lo guardo y publico antes de que... ¡Mierda! Vuelve a sonar el teléfono. 

17/12/15

Comida Sana.

Puré de Verdura. 

Toca comer sano. A mi la comida sana no me sienta bien pero de vez en cuando y en previsión de lo que se viene encima con estas navidades, amén de lo que ya llevo para prepararlas, hoy voy a preparar un puré de verduras. 
 En el frigorífico tengo varios yogurt, lechuga, dos naranjas y un tomate. Eso es lo mas parecido a comida sana que encuentro en casa. Así que me presento en la frutería del barrio y empiezo a pedir cosas con colores variados. 
- A ver - le digo al frutero - deme de eso verde.
- ¿Calabacín?
- ¡Si! Eso. ¿Eso es verdura verdad?
- ...
- Bueno... ¡Si, pongalo! ¡Y patatas! Pero no fritas de las que nacen en el campo. 
El tipo me mira raro. 
- ¿Usted es de fuera? ¿Verdad?
- No. No. Vivo ahí en frente. Me pone también de aquello. - Y señalo un consolador naranja.  
- ¿Zanahorias?
- ¡Si eso! 
Total que el tipo me va va echando varias cosas de las que vende. A algunas les llama tomates, a otra guisantes, hay una a la que llama judías. Lo veo un poco antisemita y decido dejar la compra. Saco un billete de cincuenta y el frutero me dice que son tres euros con veinticinco. ¡Tres euros con veinticinco todo! Estoy flipando. No se porque la gente no viene mas a estos sitios. Aunque sea para poner de adorno esas cosas tan bonitas y brillantes que el tipo dijo que se llamaban manzanas pero no quiso echármelas para el puré. Le doy las gracias por su ayuda y le digo que volveré pronto. (Es relativo el término: pronto.)
Me meto en internet y dice que que comprado bien, que lo eche todo a una olla y empiece calentarlo. Que le añada un poco de sal y, si te apetece, algo de aceite. Cuando hierva tengo que bajar un poco la lumbre (yo tengo vitrocerámica pero imagino que será que lo ponga en el cuatro o por ahí) y que compruebe preferiblemente con las zanahorias, que está la verdura blanda. 
Cuando las zanahorias parecen gominolas  lo retiro todo y empiezo a batirlo como si no hubiese un mañana. 
No tiene mala pinta esto. Ahora habrá que currarse un segundo plato. Pero uno es de variedad. Tanta verdura no puede ser bueno. Así que pongo a calentar unos filetitos de lomo que tengo por ahí y que nada mas empezar a coger el tono están diciendo que has perdido un montón de tiempo entre la verdura. ¡Delicatessen! 
Aprovecho los yogurt del frigorífico para ponerlos en un bol con media hojaldrina, exprimo el zumo de las naranjas y los coloco en un traguillo de caña. ¡No dan para mas! Es una mierda pero queda precioso. 
MastreCheff ha hecho mucho daño en esta casa pero puede que arregle algunas cosas. No todas las comidas son como uno espera. 

 


Jenna Jameson. ¡Espectacular!

Un respeto a esta señora, (Jenna Jameson
salvó mi matrimonio varias veces. 

Bubo dixit. 




9/12/15

Sexo tántrico.


Cristina quiere nuevas experiencias en la cama y yo no quiero negarle nada. Me ha dado un libro de sexo tántrico para leerlo. Quiere que descubramos nuestros sentimientos, que tengamos nuevas sensaciones, no sé. Desde luego pienso hacer cualquier cosa con tal de que ella esté contenta. 
Hemos tenido varias sesiones. Velas, baño, inciensos, camisas de raso y seda, todas sin llegar a la penetración. Pero hoy Cristina dice que me he portado muy bien, que vamos a probar en esta sesión a llegar al orgasmo. Parece que hoy la sesión se va a alargar. Así que he llamado a Carolina para posponer nuestra reunión. Carolina es una chica encantadora con la que se puede hablar de todo. Le he contado mis experiencias con el sexo tántrico después de cada reunión y me ha ayudado mucho follándome como a un condenado. 

6/12/15

No verte mas.

Hoy quiero estar solo. Evitar lo necesario, caminar por callejones o esconderme en un armario y no verte más. Hoy vivo agobiado y en verdad no tengo prisa, no estoy preparado para forzar una sonrisa y no verte más. Se que algún día al echar la vista atrás todo el daño que me has hecho lo habré superado ya, pero hoy, aquí, cuesta tanto soportar no verte más. Hoy hace una semana y he llorado sobre la almohada, hoy siento mi cama tan vacía como mojada, y no verte más. No verte más.

Seguridad Social.

30/11/15

A tomar por culo Noviembre.

Adios Noviembre. No te voy a echar de menos. Aunque ahora, ya casi en el umbral para salir, puedo decir que no has sido tan malo como augurabas al principio. Es lo que tiene venir detrás de un mes con vacaciones. Muy bueno ese octubre para que tú lo mejorases, ni si quiera pedía que lo igualases pero... ¡Te has lucido cabrón! Nada mas empezar me dejaste la cuenta corriente en cuenta vulgar. Un curso entre medias que parecía imposible y que me ha traído de cabeza día si, día no. Discusiones y tragaderas en el curro con esa frase tan típica y maternal como: "Esto es lo que hay". Muchas posibilidades para no tener opción a ninguna. Como esos conciertos de La Frontera en Málaga, Sevilla, Granada. O películas con horarios imposibles. Quizá algo bueno como cuarenta minutos de basket pero claro... después han sido dos semanas con el dedo gordo machacado y... ¡No! No hay nada que merezca la pena recordar de ti. Una visita a Zagrilla para ver el parque micológico precisamente cuando el sol no ha dejado de salir. Que esa es otra, muy bonito el sol pero cuando se trabaja todos los días se tienen pocas posibilidades de aprovecharlo. Pocas entradas, Y lo peor... Cuatro borradores de esos de los que no sabes si algún día será conveniente programar o mejor añadirlos a la papelera. ¡Sin reciclar! 
¡No Noviembre! ¿Que quieres que te diga? Estoy deseando que acabes. ¡Joder hasta un lunes has elegido para terminar! Lo único bueno que puedo decir de ti es que ya acabas. 
Así que... 

¡A tomar por culo Noviembre!

28/11/15

La fila.

Ella miraba hacia atrás, confirmándose que era la última en aquella larga cola. Yo me acercaba para añadirme a la fila interminable mientras la miraba. Ella arrugó el entrecejo. Intentando ubicarme en algún lugar, algún sitio, alguien familiar. Yo le sonreí. 
- Hola. ¿Eres Laura? ¿La profesora de inglés de mi sobrino Carlos? 
Claro que era Laura. La había visto infinidad de veces. En el bar de Cosme donde fue asidua una primavera que estuvo ennoviada con aquel camello. En las fiestas de agrónomos. A veces coincidimos en la Favela, aquel garito sin luz al que no podías entrar antes de las cuatro de la madrugada. Y ahora por fin me había decidido a abordarla en aquella fila. 
Ella me besó como si nos conociésemos de toda la vida. Y allí mismo empezamos a contárnosla como viejos amigos que llevan tiempo sin verse. La vida no nos había sonreído pero nos habíamos encontrado. Nos enamoramos esperando nuestro turno. Entonces ella entró. Era su turno. Tendríamos que buscarnos de nuevo. Volver a reencarnarnos sin saber como encontrarnos.

26/11/15

Como un loco.

No me preocupa enamorarme de una mujer como un loco. Lo que me da miedo es enamorarme como un cuerdo. Es entonces cuando las cosas salen mal. 

Bubo dixit.

20/11/15

Constelación de Leo.

Mete primera y casi rompe el embrague. Mi coche no está para dar esos tirones pero ella no ha bebido. 
- Vamos donde tú quieras. - Le digo mirándole la liga de la media mientras pisa el acelerador. 
Entonces sale del aparcamiento. Veo el coche aparcado en frente más cerca de los que debería. Me agarro al apoyabrazos del copiloto. 
- ¿Tienes miedo? - Me pregunta. 
- ¡No! - Le miento. Y para convencerla reclino el asiento e intento relajarme. 
Pisa el acelerador y pasa un semáforo en ámbar. Sale de la ciudad. Entonces la miro. 
- ¿Donde me llevas?
- Me has dicho donde quiera. Relájate y calla. - Entonces me pone la mano derecha en el muslo. Como si eso me fuese a relajar en lugar de ponerme mas nervioso. 
Tres, cuatro kilómetros mas tarde , ella gira a la derecha. Hacia la sierra. El coche entra en un camino mal asfaltado. Llegamos a la entrada de una ermita. No hay nadie allí y ella dirige el coche hacía la parte de atrás. Desde el coche se ve toda la ciudad.
- ¿Como conoces este sitio? - Le pregunto
- En clase de historia nos trajeron hace años aquí. Hace poco volví con mi padre. Estaba segura que te iba a encantar. 
- Lo que me extraña es que no haya nadie. Este sitio es genial para echar un polvo si no fuera por la ermita. 
- Precisamente por eso te he traido aquí. 
- ¿Para ir a la ermita?
- Para follarte. 
Y es entonces cuando se desabrocha el cinturón de seguridad y se acopla de rodillas encima de mi. Gira la palanca del asiento y me recuesta mas aún. Me dejo hacer mientras su lengua recorre mi boca. Sus manos desabrochan la camisa. Un botón, otro y va bajando hasta el pantalón. Mete la mano por mi bragueta para asegurarse que estoy empalmado. De nuevo mas botones. Yo intento quitarle la camiseta que tiene pero no me deja. Vuelvo a dejar las manos en el apoyabrazos. Desabrocha el vaquero e intenta bajarme el pantalón. No lo consigue aunque yo le ayudo aupando mi culo. Se tira encima de mi, tengo sus tetas en mi boca que muerdo a través de la camiseta y el sujetador. Me da una hostia. No se si por hacerle daño o por hacer algo. Mi polla está apuntándola entre sus piernas.
Le cuesta subirse la falda por encima de la cintura. El tanga es minúsculo y ella está empapada.Controla mi polla para guiarla hasta su sexo. Me embiste tres o cuatro veces. Estoy excitado y mis manos se rebelan de la posición determinada en las que ella las dejó. Me vuelve a caer otra hostia. Ahora se que no debo moverme. Aprendo rápido. Ella comienza a moverse y se gira. Si no fuese tan pequeña no podría hacer esas cosas en la mierda de coche que tengo. Con los pantalones en el suelo del coche, ella se sienta encima. Vuelve a meterse la polla dentro. Se saca por encima de la cabeza la camiseta. Ahora es ella la que tiene toda la vista de la ciudad mientras se mueve. Se desabrocha el sujetador. y entonces me coge de las manos. Me las pone en sus tetas. Son pequeñas y tienen los pezones de punta. Ella sigue moviéndose. En su espalda muchos lunares. Una linea los une formando la constelación de Leo. Pienso en las estrellas porque estoy a punto de correrme. Tauro, Géminis, Virgo... las imagino en su espalda pero ella agiliza el ritmo y olvido las constelaciones, los horóscopos y los planetas y me corro convulsionando y apretando sus tetas fuertemente. Ella sigue moviéndose y respira profundamente, con rabia. Pone las manos en la luna del coche y aún le da tiempo para unas cuantas embestidas mas antes de que mi erección se pierda. Después para. Se relaja. Yo he dejado sus tetas para seguirla en su ritmo en las caderas. Su coño se aleja de mi polla pero se para un momento, como si mirase lo que ha hecho. Un líquido resbala y cae encima, semen, y fluido que empieza a derramarse encima de mi. Abre la puerta y sale del coche. Me quedo en el asiento del copiloto, ridículo, con el pantalón bajado, la camisa desabrochada y un líquido en la entrepierna que empieza a resbalar hacía la tapicería del coche. Me coloco malamente el pantalón y cojo un pañuelo del bolsillo. Intento arreglar el desaguisado. Cuando salgo del coche ella ya está perfecta. 
- ¿Nos vamos? - Me pregunta. 
- Bien. ¿Conduces tú?
- ¡No! Conduce tú. El coche es tuyo. 
Y meto primera torpemente, El coche se resiente. No. No está para estos traqueteos. 

Historias pendientes.

Nos debemos dos cubatas de ron,
una charla sin niños corriendo
y tres besos en un salón.


18/11/15

...

Es menester que nos juntemos y vayáis a la guerra. 

Padre de Bubo. 
Dicho cada vez que quiere recalcar que la gente embarga a otros y se quita de enmedio para hacer cosas. Muy a cuento en estos días con el tema de parisino, o los bombardeos de Raqqa.

10/11/15

Libros de autoyuda.

Cambié a Bukowski
por Bucay.
Dios me trajo en una Harley
nueve revelaciones.
Me desprendí de mi armadura oxidada
y regalé mi caballo rojo a un monje.
Ahora nadie me dará otra
puñalada profunda entre recovecos.
Ahora, recibo de todos
millones de
chinchetazos.

9/11/15

Intelecto vs belleza.

Una vez estuve a punto de apuntarme a las juventudes del PP por que allí las tías estaban mas buenas. Pero al final me di cuenta que lo realmente me gusta de una tía es lo bien amueblada que tenga la cabeza así que me fui de bares. 

Bubo dixit. 
y JP también. 


P.D. Que no digo que las del PP sean tontas, si no que a mi dejó de motivarme tanto la belleza en función de otras cosas. (Por su puesto doy por sentado que yo sigo igual de imbécil que antes.)

27/10/15

La panadería.

Ferrer decía que lo mejor era comer pan. Con vino, a ser posible con mucho vino. Que era solo una sensación pero muy difícil de quitar. Que traía un recuerdo dulce y una realidad angustiosa. A él los coños le gustaban velludos. De ahí esa maestría para explicar la sensación de tener un pelo en la garganta.
Las nuevas generaciones, por que Ferrer era uno de esos vigilantes de seguridad con mas paseos que una novia en la plaza, descubrimos en el porno de finales de los noventa que la depilación en la zona genital era algo a tener en cuenta y entonces empezamos a aplicarnosla nosotros también. Lo que pasa es que con eso de las modas retro a la gente se le ha olvidado el asco que da encontrarse un pelo en la sopa... y en esas me encuentro yo. 

- Buenos días. ¿Que desea?
- Una telera. Con mucha miga. Y una botella de Ribera del Duero. 
Telera.

26/10/15

Los gilipollas.

Cuando Dios no sabe que hacer con los gilipollas los manda a mi trabajo. Entonces llegan, se pasean, algunos preguntan en un mal inglés, otros se empeñanan en hacerse entender en francés, pero la mayoría habla un español medio decente. Luego cuando mas o menos los tienes ubicados se vuelven a mezclar y siguen andurreando y tropiezan dos o tres u hasta ocho veces con la misma piedra. Solo hay una piedra para tropezar pero ellos hacen turnos para golpearse. La pena es que pocas veces se hacen el suficiente daño como para tener que enviarlos al hospital, o meterles entre pecho y espalda cuarenta puntos de sutura, no. Son como los niños en el tobogan. Da igual que se rompan los piños en la bajada. Ellos lloran y vuelven a tirarse sin poner cuidado. ¿Para qué? ¡Si ya están los padres! A los gilipollas de mi curro les pasa lo mismo. ¿Para que van a poner cuidado si ya hay alguien pendiente? Pero a veces los padres están hartos, o nosotros. Y dejamos que se den de hostias, a ver si aprenden. Los niños si, los niños aprenden, pero los gilipollas no. Todo lo mas cambian de sitio y están una temporada sin aparecer pero después vuelve.

25/10/15

Manual básico para conciertos de músicos que no conoces.

1.- Spotify. Si no conoces el grupo o al tipo al que vas a ver. Si te invita alguien o si quieres impresionar a la chica a la que llevas, lo menos es que tengas una idea de que cantan. Así que spotify es la mejor opción para conocerlos. Un disco, tres o cuatro o quizá solo varias canciones en algún tugurio con otra gente, seguro que el programa de música preferido te suelta que hace. (En caso de que no lo conozca ni su puta madre, puede que otros lugares como Shazam o Rdio tengan noticias del tipo. Lo mismo tiene hasta web.)
2.- Youtube. Otro programa imprescindible si se deja. Que no los conoces, pues Youtube es fácil que te muestre que gente va a sus conciertos. Lo mismo el tipo es flamenco y van los padres de familia de bien que lo mismo te encuentras a los de las tres mil viviendas allí con bichos incluidos. Por si acaso un repaso a la gente que va a los conciertos para no desentonar y llevar chaqueta o tirantes y cagarla. 
3.- Besos y arrumacos. A ver... si vas a un concierto es para escuchar música. Que resulta que no te gustan y a tus amigos si, pues te vas a los servicios, tardas diez o doce temas en volver y desde la última fila pones a parir al grupo. Lo que no puedes hacer es ponerte a filetearte en un concierto, sobre todo si es de Rock, Punky o algo así. Que un beso y un puñado en el culo se tolera, pero el filetazo en mitad del concierto no está bien. Y menos si es un bareto donde la acústica y la visión es una mierda. A las esquinas a meterse mano. 
Arizona Baby. Descubrimiento del 21/10715 en Hangar.
4.- Chitón. A un concierto se va a escuchar. No ha hablar. Que no digo yo que estes con voto de silencio, ni seas Sor Mudita en convento de clausura, pero coño. Todo lo que tú hables estás interrumpiendo el sonido del interlocutor y además de los que están al lado. Así que chitón. Que te sabes las canciones, las cantas. Que quieres un cigarro, lo pides, un cubata, igual. Que mira que buena está aquella tipa, se dice. Que empiezas a contarle el exámen de la generación del 98 que tenías esta mañana... ¡NOOO! Para eso te vas a la barra, o te sales fuera, y le cuentas lo que quieras pero dejar escuchar el concierto al resto. 
5.- Birras y movilidad. Ir a un concierto y no tomarse una cervecita o diez esta penado. (Cervecitas, cubatas o cualquier variedad etílica o no.) No se puede ir a un concierto, y menos si es gratis y en un pub, a bailar y escuchar a palo seco. No está bonito. Dicho esto, ahora viene la otra parte. A ver, que te puedes pedir una birra o setenta, lo que no puedes es querer volver al sitio donde estabas si te apoyabas en el escenario y la barra está en la otra punta. Cervezas y saltos no esta bonito. Al final terminas tirando la mitad y lo peor es que se la llevará la cazadora de algún tipo, o peor de la novia del tipo. Hay que tener muchas horas de conciertos para bailar con cervezas tipo maceta y que no se te caiga, ni poner empapado al personal. Dicho esto, si no tienes esas"horas de vuelo", o te vas al fondo donde no se molesta, o a la barra (personalmente es mi sitio preferido para ver los concietos), o te quedas quieto. Beber y bailar solo para muy duchos. (Mas que nada porque si es un concierto de gente que no conoces puedes llevarte la hostia de tu vida sin saber por donde viene. Aunque aviso, si hay un tipo alto que te mira mal y lleva un búho... Ya te puedes hacer una idea.)

No es mi mejor verano.

No. Verán ustedes. Yo sé que este no va a ser mi mejor verano. Uno intenta levantarse todos los días optimista. Con un poco de suerte una chica está al otro lado de la cama. A veces apetece besarla. Pensar que puede ser la madre tus hijos. Ponerle un piso en las Tendillas. Pero la mayoría de las veces la chica que se despierta al otro lado ha perdido todo su esplendor una vez disuelto el whisky en la sangre. Entonces soy yo quien se levanta y huye sibilinosamente. Otras... Otras es la chica, casi siempre cuando ya piensas en que ojalá tus hijos se parezcan a ella, la que hace mutis sin siquiera una ducha o un desayuno mañanero.
No. Se que no será mi mejor verano porque en casa se ha instalado una garrapata, Y no como esa de los Delincuentes. Que va. De las de verdad. Con un metro setenta y poco de altura, catorce años y unas manos que acaban en mando de play station. Como cuando los piratas se engachaban un garfio en su muñón, igualito pero con mandos de play. Esta garrapata que además se entretiene en ver MasterChef... me tiene ocupadas todas las pantallas de casa. Malamente puedo yo prestar atención a una pero él lleva tres a la vez. Así que solo me ha dejado una para mi, la pantalla del e-book. Mientras tanto la mujer de mi vida hace visitas espóradicas al piso.

22/10/15

Justificación de tres días y medio.

Desidia: 
Nombre femenino.
Falta de ganas, de interés o de cuidado al hacer una cosa.


21/10/15

La ducha.

Después de un café y unas copas aquella sobremesa en su piso me hizo pensar que era la mujer ideal. Rubia, inteligente, guapa, simpática, lo tenía todo. Fue entonces cuando le pedí entrar al baño. Limpio, brillante, desde luego nada que ver con el mío. Creo que me enamoré al instante. Pero entonces un impulso me hizo mirar en la bañera. ¡Limpia! No limpia de higiénica, que también, si no de botes. Solo un champú, un bote de gel y... ¡Miedo! Porque quizá una mujer puede ser perfecta pero es imposible que en su baño tenga solo se encuentren dos botes. Cuando salí del baño una cucaracha rubia me esperaba en la puerta ansiosa y hambrienta en la puerta.  

20/10/15

Símil.

El sexo no es el motor de la vida pero debe ser la gasolina o la junta de culata, la correa de distribución o cualquiera de esas cosas que el coche te marca un luz. No te queda otra que llamar al mecánico y preguntar que pasa, con algo de suerte es solo una de esas luces amarillas que el tipo te soluciona en un plis, con algo menos puede ser una de esas rojas y tenga que ser él quien se llegue a donde tú estas. 
Lo que está claro es que tanto una como otra... te lo tienes que hacer mirar.  

Bubo dixit. 

(Si, ya veo que para ser una cita me ha salido algo larga.)

18/10/15

Instinto poligonero.

Ayer vi a la Jenny. Esta buena la cabrona y lo sabe. Llevaba esas mallas negras que se gasta y le marcan un culo que ríete tú de la otra Jenny, de la López, con unos muslos de tenista profesional. Y eso que la Jenny solo va al gimnasio tres veces por semana. Cuando su madre se queda con la niña y le da un rato de asueto. Se ha agenciado una gorra de los San Francisco 49ers, aunque de cerca lo que tiene puesto es San Fernando 69. Sigue llevando el piercing que le regaló el Fernandito. Nunca un regalo se ha disfrutado tanto en el barrio. Desde entonces lleva camisetas cortas. El tipo que está con ella señala el regalo con el índice mientras le soba el costado. Parece querer mostrarle la forma correcta de coger el taco y darle a la bola blanca. ¡Como si ella no supiese jugar al billar! Ya lo creo que sabe, y busca la jugada para ponerle esas mallas con el culo apretado al tipo que la pasea. 
La Jenny entonces mira a la barra mientras balancea el taco. Da para mucho esta chica, con el culo tiene enganchado al maromo que le va a pagar las copas esta noche, pero se guarda un as en la manga, o en el escote en este caso, y con una postura artificial enseña un canalillo que ha perdido a mas gente que la riada del 86. Si acaso el tipo le falla, o para la próxima vez que tenga un claro y pueda salir a la calle. El golpe a la bola blanca coincide con el ajuste de paquete de media barra que se acomoda la polla creciente. El salto de la Jenny, el abrazo y la lengua que le mete al tipo de la mano en el costado hace que alguno que otro se gire como cuando el equipo contrario te marca y das el último sorbo a la copa. Sin saber si pedir algo más para terminar de ver el partido o pagar las copas e irte a casa, a ver si allí hay suerte y puedes echar un polvo si la parienta no está de morros. 

17/10/15

Ruta Senderista Pokemon.

Cuatro días de senderismo son muchos días. Después de ver plantas de colores, árboles enormes y de tipo bonsay, insectos, algunos con cuernos mas grandes que un toro de Bilbao, mucho pajarraco, desde los buitres del Monfragüe al cerdo de Mogarraz, cabras de la Sierra y ciervos con mas hambre que los pollos de Cipriano, que se comieron la vía del tren a  picotazos pensando que era una lombriz. Después de hacer mas kilómetros en senderos mas perdidos que el barco del arroz, tengo que reconocer que ya estaba algo cansado. Así que cuando ella gritó:

-¡Bubo, Bubo! Mira ese es nuevo. Ese bicho no lo habíamos visto antes. 

Fui resignado los treinta metros que bajaban de sendero, treinta metros en un sendero con pendiente del 60% pueden ser muchos metros, para ver al bicho. 

- ¡Mira, mira! - Me agarró del brazo tirándome.- Es allí, ¿Lo ves? ¿No lo había visto nunca? ¿Que será?
- ¡Joder niña! ¿Para eso me llamas? Es un Sandslash, muy de andar por el campo. Creo que el niño tiene uno o dos en la Pokedex. ¿Nos podemos ir ya?


Sandslash




8/10/15

No pasa nada, hasta que pasa.



Tú llegas un día a la estación de tren. Te has gastado una pasta porque no te puedes permitir ningún retraso. La última vez que cogiste el autobús había un camión lleno de vacas en mitad de la carretera. El espectáculo era dantesco. Unas vacas muertas en el camión, otras comiendo trigo en el prado de al lado, algunas en la carretera como si estuviesen haciendo autostop y tú llegaste tarde. ¡No! Esta vez no va a pasar. El presupuesto se incrementa pero la seguridad que da el AVE no la da la línea de autobús. Así que diez minutos antes de lo que toca llegas a la estación. ¡Vaya! Hay más gente de la que pensabas. Los monitores  parpadean más que una bizca a su novio y la gente va y viene por toda la estación con billetes en la mano. Igualitos que los que tú tienes. Cuando consigues hablar con un tipo con chaleco fluorescente, que parece que viene de una fiesta acid, te enteras que no hay tren de alta velocidad. Bueno… ni de alta ni de baja. Unos tipo se han encargado de llevarse la línea de cobre que hay en la estación y a ver quien es el guapo que se dedica a mandar un tren sin cuarenta sistemas de seguridad para decirte lo que debes hacer. No debe ser muy difícil comandar uno cuando los Hermanos Marx lo hacen en su película del Oeste: “Mas madera”.  Pero no. Ahora nadie le echa carbón las locomotoras y no hay nadie que sepa como hacer funcionar el tren sin que tenga más peligro que una piraña en un bidé. Además, en las noticias colea el juicio del ferroviaria del accidente de Santiago de Compostela. Como para aventurarse.

El caso es que tú, por mucho que te haya costado el billete, hoy vas a llegar tarde. Da igual que por fin tuvieses una entrevista de trabajo y vayas de punta en blanco. Da igual que la prueba que tienen que hacerte en el hospital se retrase de nuevo otros seis meses. Da igual que hoy no puedas ir a trabajar (¡vale! Eso no da igual, eso es una alegría.) Da igual por que o llegas tarde o no llegas. ¡Ahh! Y nada de reclamar. Que la culpa no es de Adif, la culpa es de los kinkis que se han llevado una jartá de cable y han dejado vendidos a los usuarios. Los de Adif, por su puesto, no tienen la culpa. No tienen la culpa de mosquear a los usuarios cada dos por tres, ni de hacer recortes en seguridad, ni en personal. No, Adif no tiene la culpa. La culpa es nuestra por gilipollas. 

6/10/15

Asientos habituales.


(Hace unos días participé, con poco éxito esta vez, en el concurso de relatos del Consorcio de Transportes Metropolitano de Córdoba. La verdad... el relato se hizo con muy pocas ganas, con prisas y sin tener claras las bases, pero... por mi que no quede. Así que lo envíe como el que compra un décimo de la ONCE que termina en siete sabiendo que lleva dos días cayendo en el mismo número. Como últimamente estoy "inapetente" y el blog es mas una obligación moral que una necesidad o un desahogo, como antes, lo coloco aquí para que las entradas de octubre no se minimicen como está pasando en los últimos meses y no me entre regomello por seguir dejando cosas sin terminar. Bueno... pues eso. Que ahí queda.)



Asientos Habituales.


Ella.
Él se sube una parada después de la mía. Da igual que llueva o haga sol, siempre está esperando. Se adelanta y alza el brazo mostrando la tarjeta verde del consorcio para parar el autobús. Suele ser la única persona que hay en la parada pero cuando hay alguien más con él le cede el paso. Saluda a Manuel, el conductor del autobús, como si fuese un viejo amigo. Después en varias zancadas recorre el pasillo y sonríe dando los buenos días a los viajeros que esperamos sentados que el autobús reanude su marcha. Lleva auriculares rojos y mueve la cabeza al compás de la música. Tiene el pelo alborotado. Se entretiene con el móvil durante el recorrido y parece muy tímido. Cuando llego a mi parada salgo por la puerta de atrás. Él parece mirarme atentamente desde los últimos asientos.

Él.
Es guapa. Es muy guapa. Cuando subo, ella ya está sentada en los primeros asientos. No la había visto antes en la línea. Suele llevar un libro y a veces mira el móvil. De vez en cuando gira la cabeza y mira al final del autobús. Entonces me ruborizo y comienzo a mirar mi móvil como si me entretuviese más que su pelo. Ella se baja una parada antes que yo. Lo hace por la puerta de atrás. Se despide de Manuel, el conductor, y entonces es cuando la veo pasar. Sonríe y saluda a los viajeros que continuamos. Cuando el autobús sigue su recorrido yo miro por la luna trasera como se aleja.

Manuel.
Ella se llama Marta. Este año ha cambiado su horario, empieza antes las clases, y coge pronto el autobús. Le encanta leer y solía sentarse en los primeros asientos.
Él se llama Carlos. Lleva varios años trabajando y es un habitual a primera hora. Los asientos corridos del autobús han sido su espacio particular desde que empezó a usar la línea. Hasta que empezó a coincidir con Marta.
Los chicos son simpáticos, jóvenes, y desde hace una semana los dos coinciden en mitad del autobús para sentarse juntos.




La Nómina.

La nómina es como ese niñato que llama a la puerta y sale corriendo. Se queda en la puerta el momento justo para insistir con el timbre pero en cuando abres solo le ves la espalda mientras se aleja corriendo. 

Bubo dixit. 

3/10/15

(r)²

El insano hábito de callar cuando no procede suele conllevar el nefasto vicio de hablar a quemarropa y a destiempo. 

Aitor Castell.


30/9/15

Hooligans de colores.

- ¡Felicidades por el partido contra Inglaterra!
- ¡Ehhh?
- ¡Tú polo! Es de rugy, de la selección de gales. Un partidazo que hicieron el otro día. 
- Ahh pues... No sé. Me gustaba el color.
- ¿El color? ¿Te pones un polo con un escudo por el color que tiene? Joooooder.


Agencia de viajes.

"Si en el viaje echo la mitad de polvos que para planificarlo 
me doy por satisfecho."

Bubo dixit.
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"- ¿Como te ha ido el viaje de novios?
 - ¡Genial! Si estamos una semana más me la follo."

Chiste corto que me encanta para estas ocasiones.
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Enciendo la tablet y aparecen pestañas con casas rurales, Sierras y bichos de todo tipo que son la imagen del parque natural de turno. Comparativas de precios y una playlist con música para un viaje. En el sofá se van acumulando ilusiones por unas vacaciones que hemos forzado entre días arrebatados al calendario y cambios con compañeros. Cada vez queda menos pero mientras hay días por medio y hay que centrarse en sacar lo mejor que te pueda ofrecer un miércoles cabrón como el de hoy. 


(Echo de menos, echo mucho de menos, cuando alguien decía ¿y si nos vamos? Y entonces en la mochila echabas un bañador y dos camisetas y salías sin tener ni puta idea de donde, de cuando, o de qué.) 

29/9/15

Matanza


Fue una carnicería. El escritor asesinó a todos sus personajes. 


Después se disparó en la sien. 




(La policía llego a la escena tomando notas. Uno de los detectives recogió a primorosamente a una chica y empezó a describir el pelo, las manos, su cara, su nombre y ella comenzó a vivir de nuevo. Al darse cuenta siguió con el resto de los personajes que resucitaron a medida que escribía. Cuando acabó probó con el escritor, siguió muerto en el suelo del piso pero ahora se abrazaba con el resto de sus personajes en el cuaderno del detective.)

25/9/15

Saca los cuernos al sol.



De caracol a babosa por culpa de un embargo.


(Tengo esta imagen como una de las más significativas de mi vida en los últimos años. Con esta imagen de un caracol desplazándose por una carretera debería venir otra: Una baraja de cartas volando desde un balcón frente a la playa. Pero las cámaras se manejan muy mal cuando el nivel de etanol es alto.)

#TocaLimpieza.

- Hola. Buenos días. ¿Es aquí donde preparan para las pruebas físicas de Vigilante en la Torre de la Mezquita?
- ¡Si, si! Pase y colóquese un delantal. 


Y en ese plan he estado. Durante dos días he estado subiendo y bajando escaleras. Cuarenta y cuatro escalones tiene la casa de mi hermana y creo que los he subido y bajado unas chorrocientas veces. El #TocaLimpieza esta vez no ha sido en mi micropiso. ¡Anda que no tiene jartura una casa con tres plantas! 
Eso si, tengo unos biceps, cuadriceps, gemelos y musculos de esos que no conozco que parezco Chorchenaguer. (Bueno, quizá exagero.) El caso es que me he debido quedar con ganas porque hoy estoy en casa y no he podido evitar darle un cayón al piso. 

Lo de la entrada... Pues que da algo de vergüenza tener solo tres en todo septiembre y algo tendría que colocar por aquí. No todo va a ser en el cuaderno nuevo. 

6/9/15

Teseo.

Teseo, recogiendo el hilo de Ariadna, salió victorioso del laberinto del Minotauro.No contaba con el recibimiento a pedradas que le dispensaron los antitaurinos.

Besos.

Tengo que reconocer mi envidia cuando veo a una pareja besándose. Normalmente me da envida el tipo. Que una mujer, una chica o una señora te bese, y a ser posible con ganas, pues... ¡Que si! Que me da ese puntito de pensar que ojalá fuese yo el besado. Si son dos chicas las que se besan... Pues entonces me dan envidia las dos. A mi me gustaría que cualquier de la dos me besase así. Pero... también tengo que reconocer que no me motiva nada cuando son dos hombres, los que se besan. Puede que me de algo de ternura cuando son muy jóvenes, o curiosidad si son adultos, pero no envidia. Hasta hoy. 

Un señor mayor, unos sexagenario, con pinta de estar mas que jubilado y acercándose, si no pasando de la sesentena esperaba la llegada de un autobús. Entonces se ha bajado otro señor con pinta de abuelo adecuado, elegante, calvo pero con el pelo bien arreglado y acercándose los dos se han besado en los labios. ¡Y si! Ha sido la primera vez en la que sentido envidia de dos hombres que se besaban. Yo, cuando sea mayor, quiero que me besen así. Y me va a dar igual que sea un hombre o una mujer siempre que sea alguien que tenga ganas de besarme en cualquier lugar sin importarle el resto del mundo.

3/9/15

Asco de mundo.


Habrá que comprar un juego nuevo a nuestros hijos para no mirarlos a la cara y tener que explicarles esto. 


¡Dios que asco de mundo!

31/8/15

...

Es curiosa la sequía literaria que produce la felicidad. 

Bubo dixit.

23/8/15

Cenicienta.

Aún no son las doce. Hace cincuenta minutos he escrito un tweet en el que decía que no podía sacarle mas horas al día. ¡Desde luego hoy no me puedo quejar! Han sido veinticuatro horas muy bien aprovechadas. Hasta la última, esa en la que se suponía iba  a ser imposible sacar nada mas, esa en la que tenía que dormir y descansar porque el cuerpo se negaba a hacer nada. Incluso esa hora... También la he aprovechado. Resulta que no me podía dormir, He actualizado software. He visto la luna que está preciosa desde mi ventana y podido sentir el calor de alguien que dormía al lado. Yo no. Yo no he cogido el sueño, será el cansancio. Aunque ahora, que en la calle han dejado de escucharse a los niños jugando, que algún coche parece pasar de puntillas, y que solo el ruido de un aire acondicionado va marcando los segundos (el del puto vecino que no lo arregla), aún quedan unos minutos para ponerme enfrente del ordenador y escribir que días como hoy deberían enmarcarse. 
Pero ya falta poco para que acabe y el siguiente espero que me pille en la cama, con el sueño que estoy recuperando mientras escribo y con la niña que duerme en el colchón arropada. (Arropada por Dios. ¡Con el calor que hace!). 
Se me hace tarde. Nos vemos mañana. 

20/8/15

Musas.

La musa de la felicidad está pintándose el rabillo del ojo. En ese instante han entrado dos o tres que me llevan directamente al ordenador. Empiezo a escribir. Aún no las distingo, sin lugar a dudas una es la de la prisa. Tecleo sin saber casi lo que escribo. Desde el baño la musa de la felicidad grita:
- Nos vamos...
Y empiezo el final de este micro.

La felicidad está muy reñida con la escritura que yo  suelo hacer en estos lares.

12/8/15

Lo mismo te echo de menos, lo mismo, que antes te echaba de mas.

¡Ya ha llegado! Espero que no dure mucho. ¡No! No creo. Antes si. Antes la morriña me duraba casi mes y medio. Llegaba incluso antes de que pudiese echar de menos y no se iba hasta ya entrado el curso escolar. Cada año un poquito menos pero todavía, después de ocho años, me llegan unos días en los que estoy más tonto de la cuenta.

He estado un mes y medio sin pensar en otra cosa que no fuese el niño, el desayuno, las comidas, los juegos, las salidas, la play… Todo el día  pensando como padre. Y ahora… Ahora tengo tiempo, si no quiero ir a la casa a comer ni voy, de hecho si no quiero comer ni como. El cine de verano vuelve a ser una opción y recupero mi vida social. He estado un fin de semana de viaje y me caminado hasta hartarme sin tener que estar pendiente de que nadie se canse. (Bueno… esto no es cierto del todo.) Puedo quedar con mis amigos, ir a la piscina cuando me apetezca, dejar la tele desenchufada y no ver nada. Y, por supuesto, se han acabado los programas de cocina. El Jardín botánico vuelve a estar al lado de casa y cualquier punto de Córdoba está a menos de quince minutos en bici. Nada de autobuses, coche y disgustos para ir sitio. El mundo está más cerca, hay más espacio, más tiempo, incluso más ganas pero hoy… Hoy hecho de menos al carajaula de mi nene. Y es que por muy cafre que sea, luego, el imbécil, se hace querer. 


7/8/15

Con lo fácil.

Con lo fácil que es amarla todos los días
y lo complicado que lo hace en los festivos.
Con lo fácil que es querer sus virtudes,
sus defectos, su ansia y su angustias
y lo dificil que lo hace en los recibos
de las mías.
Con lo fácil que es amarla
y se empeña en que no la quiera
por lo que es.

6/8/15

...

No soy lo suficientemente joven como para saberlo todo. 

James Matthew Barrie.


30/7/15

Peras al olmo.

Hay gente que le pide peras a un olmo.

A un árbol lo mejor que le puedes pedir es sombra, y luego que él te de lo que quiera.

Bubo dixit.

28/7/15

28 de julio.

Me levanto. En la cama un niño con talla de persona mayor no ha dejado de moverse en toda la noche. He despertado cada hora de esta puta noche con calor. Con una rodilla en las costillas. Y con una mala hostia que no se me reconcentra cada vez que recuerdo que hoy, 28 de julio, es mi cumpleaños. Cumplo 43. 

Cuando era pequeño quería llegar a los 500 años de vida. Después, cuando descubrí que era mucho tiempo y harto improbable que pasase me conformé con los 128 o por ahí. Siguió pasando el tiempo y a los dieciocho, una de mis mejores celebraciones de cumpleaños, pensé que nunca llegaría a los treinta. Con Joaquín brindé ese día por tener los cojones de llegar a otros diecicho mas. Cuando cumplí treinta y seis brindé solo. Él, ya llevaba cinco años muerto. Ahora... Ahora me conformo con llegar a mañana e intentar pasar el día lo mejor que pueda. 

Pero... a veces, como hoy. Me levanto y en el salón encuentro una pistola en la mesa junto a una taza de café. Y la empuño. Y la dirijo a la sien. Y durante unos segundos pienso en apretar el gatillo. Hasta que recuerdo que es de cartón y la dejo para no estropeársela al vástago. Mejor matarse a base de cafés y blogs que con un disparo de papel.

Con cuarenta y tres años la vida está llena de frustraciones. Esta entrada iba a ser un ejemplo de negatividad, de lo mal que me sienta cumplir años pero a medida que la voy escribiendo se me va quitando la mala hostia. Quería hacer un relato, Quería hacer un micro. Al final me va a salir un churro, como de costumbre, pero será mi churro, mi entrada. Mis letras, Mis años. El caso es que hablaba de las frustraciones, que son muchas, por ahí debe haber una entrada con cosas que aún no he hecho y me gustaría hacer, posiblemente sean solo cinco cosas, pero son mas, muchas mas. Y algunas ya no tengo intención de hacerlas. (O quizá hacerlas mas mayor, mucho mas mayor.) Más que nada porque suelo estar tieso como la mojama, además de tener un disponibilidad de tiempo muy reducida y dar preferencia a las responsabilidades tanto paternas como filiales. 
A mi con las frustraciones me pasa como con el cubo de la basura cuando está llena. Metes el pie, aprietas hasta el fondo y al final resulta que te queda medio cubo para seguir echando mas basura, o mas frustraciones. Otras veces lo que haces con las frustraciones es lo mismo que con la habitación de los locos. (Si, la habitación de los locos es esa que tenemos en la que hay una cama auxiliar, la ropa de plancha, los libros de texto  que no usamos, los balones de basket o aquella raqueta que nos regalaron cuando queríamos emular a Sampras y no ha dado más de cien pelotazos.) Te metes en ella y empiezas a tirar cosas que te frustraron en su momento pero que ahora no suponen ni si quiera un mínimo de rencor. ¿Aquella tarjeta de sonido que ibas a instalar en unos altavoces supersónicos y nunca lo hiciste? ¡Fuera! ¿El tambor que ibas a aprender a tocar para impresionar a la morena de la coleta (que por cierto esta gorda y fea)? ¡A tomar por culo! ¿La llanta que te dieron e ibas a cambiar a la bicicleta que te robaron? ¡Al contenedor de inerte! Y así, una serie de frustraciones pequeñas que se han ido acumulando resulta que con el paso del tiempo ya dejaron de importar. Ahora podemos empezar a acumular nuevas frustraciones en la habitación de los locos. (En la que por cierto, también hay algún éxito, pocos, pero alguno.) 
Pues eso... que con cuarenta y tres la vida está llena de frustraciones pero también está llena de amigos, de gente que te quiere y de un infante porculero que te llama desde la cama como si hubiese visto al mismo Freddy Krueger solo para cantarte cumpleaños feliz. 

¡Nos vemos! 



27/7/15

¿Da gusto volver a casa?

Mientras subía el café he abierto twitter. He escrito los "buenos días" correspondientes y he lanzado una pregunta. (Por eso de que es lo que piensas que te pregunta el gorrión azul para que escribas algo.): ¿Da gusto volver a casa?

El caso no es baladí. Ayer, después de diez días perdido, regresaba a casa. Una vez abierta la maleta y dejado el piso con el desorden acostumbrado, respiras profundamente y empiezas a recordar expresiones del tipo: "Por fin en casa", "Como en casa en ningún sitio", "¡Da gusto volver a casa"...  
Tengo que reconocer que además, encender el ordenador, sentarme en el sillón y comenzar a teclear, o ver en pantalla grande una de esas series que me gustan (ahora estoy con Banshee) es un placer. 
Pero hoy es el día siguiente. Y, sin bien es cierto que aún estoy de vacaciones, resulta que mi cocina, con toda la luz que tiene, se me antoja un poco gris. Que la lavadora sigue haciendo ese ruido de "me voy a romper un día de estos". Que el piso está con un capa de polvo. Que se están secando algunas flores de la jardinera. Que... 
Que en casa sigue sin esta ella.

¿Da gusto volver a casa? 

Pues no lo sé. De momento estoy recuperando espacios. Como este ratito en el sillón, escribiendo mientras bebo café. Después... con un rato de limpieza, y algo de correr de un lado para otro, iré recordando como es estar en casa. Quizá por eso he necesitado hacer esta entrada al poco de despertar, para sentir que hay un espacios donde las cosas, vayas donde vayas, siguen estando ahí. 


P.D. A casa no se si dará gusto llegar pero ayer cuando bajaba la cuesta de los Visos y se ve Córdoba entera casi se me caen dos lagrimones. 

16/7/15

Nada sabe tan dulce como su boca.




Nada sabe tan dulce como su boca
me transporta a una nube cuando me toca
la estela de su cuerpo te abre camino como una antorcha
tempestades desata mientras se escapa sobre su escoba

Nada sabe tan dulce como su boca
tan solo alguna cosa que no se nombra
algunas veces paso por el mercado y le traigo rosas
o la miro despacio de arriba a abajo y se van las horas

No soy un heroe lo sé
es facil como pueden ver
colgarse con esa mujer
pisar por donde pone el pie

Que podria contar
que no imagineis?
mi patria, mi bandera, mi segunda piel
el lugar donde quiero volver

uuuuuu u u su boca
uuuuuu u u su boca

Nada sabe tan dulce como su boca
te regala alegrias y no te sobra
tiene bien señalado su territorio como una loba
y adentro los amigos que le recuerdan que no esa sola

No soy un heroe lo sé
es facil como pueden ver
colgarse con esa mujer
pisar por donde pone el pie

Que podria contar
que no imagineis?
mi patria, mi bandera, mi segunda piel
el lugar donde quiero volver

uuuuuu u u su boca
uuuuuu u u su boca


15/7/15

Yo tengo un moco, lo saco poco a poco.

Se saca un moco. Es de color amarillo pastoso, con una largura que pasa de las dimensiones de su uña. Su dedo índice apunta al techo y se prolonga como si tuviese una lanza amarilla. El gusto por la sustracción de la mucosa pasa a un segundo plano y es entonces cuando gira la cabeza de un lado a otro. Busca posibles testigos.  Una señora le esquiva la mirada con cara de asco infinito. El tipo mete la mano bajo la mesa, la sacude. Parece que va a necesitar algo mas que mover la mano para desprenderse del moco. Entonces la sube un poco. Refriega el dedo en la parte interna de la mesa. Quizá nadie mas se habría dado cuenta si no fuese poque es la mesa es de cristal. 

Abstinencias y belleza.

Lo peor de la abstinencia alcohólica es que las feas son feas a todas horas. 

F.J. Dixit.

14/7/15

El Tatuaje.

Cuando Juan y Marta se conocieron empezaron a enseñarse sus cicatrices. Algunas solo las tenían en el corazón, otras en la piel. Fue entonces cuando Marta vio por primera vez el tatuaje. Ella decía que le gustaba, pero que nunca había tenido el valor de hacerse uno.
Después siguieron juntos y en esos dos primeros años, Juan, volvió a visitar al tatuador. A él le gustaba dibujarse la piel. Símbolos y dibujos con significados mas o menos conocidos. Él no tenía ningún problema en enseñarte sus tatuajes. Marta aún no había encontrado el valor de hacerse uno. Al contrario ahora tenía claro que no quería ningún tatuaje. Y cuando tocaba a Juan ya no buscaba con su mano el dibujo de antes. Ahora con varios tatuajes más, casi rehuía las zonas donde Juan se dibujó. Hablaron y él le prometió que no habría mas tatuajes. Durante un tiempo fueron felices pero un día Juan cogió un bolígrafo y comenzó a dibujarse en la piel un largo dragón. Cuando Marta lo vió se enfadó mucho. Daba igual lo que dijese Juan. Que era solo un dibujo a boli, que se lo quitaría en cuanto se duchase, que no se preocupase, que no... Pero Marta ya no quería entender razones. No es que no le gustasen los tatuajes, es que ahora les tenía verdadero odio. No podía comprender como una persona podía mutilarse la piel, como, según ella, se degradaba marcándose. Juan entonces le pedía que se calmase, que no se preocupase, que él lo arreglaría. Entonces compró maquillaje. Intentó ocultar sus tatuajes antiguos. Pero ella sabía donde se encontraban y si se tocaban un dedo buscaba en el maquillaje y descubría parte del tatuaje. Marta entonces se enfadaba con él, con ella, aborrecía la tinta que tenía Juan y eso lo hizo extensible al resto de personas. Todo aquel que enseñase un dibujo en su piel era como una aberracion para Marta. Ver un grafiti era una excusa para pensar en los tatuajes, entrar a un museo podía degenerar en una discusión por la similitud de algún dibujo con los de Juan. 
La situación se volvió insostenible. Juan no podía borrar su pasado. Marta no podía evitar el odio que había empezado a surgir a los tatuajes.









(Esto es lo que pasa cuando no sabe explicarse.)

12/7/15

Esperanza

Una esperanza es mas viral que un vídeo de gatos.

Toca un fin de semana para matar proyectos y esperanzas.

La esperanza espera su sentencia. El juzgado 7 de lo penal acaba de dictarla: Pena de muerte.

Ya ha tomado su última cena. Mañana la esperanza va al paredón.

¿Hay que darle el tiro de gracia a la esperanza? ¿O quizá aún pueda salvarse? (Al fin y al cabo es lo último que se pierde.)

Ya lo dijo MakiNavaja: La esperanza es esa puta que va de verde.

9/7/15

5 cosas que me gusta tocar.

- Las piedras. Sobre todo cuando están adscritas a una muralla, a un edificio con mas años de los que tendría mi abuelo, mi padre y yo juntos. Me gusta pasar las yemas de los dedos por la arenisca (en Córdoba la mayoría de las construcciones son de de arenisca) o por el mármol en columnas lisas, por el granito o los guijjarros que soportaron el paso de carromatos imperiales, porque los carromatos imperiales pasarían los primeros pero después también soportaron los carros de pescado, de fruta, de muertos por la peste e incluso los primeros gateos de bebes que después morirían en batallas de Flandes. Hace poco, en la nueva oficina de Turismo de Córdoba, roce la zona amurallada que durante varios siglos llevaba oculta y ahora se ha puesto en valor, un escalofrío me recorrió la mano y pude ver a los pescadores del Guadalquivir contentos con un esturión enorme, a los mercaderes de antaño subiendo y bajando por Calle Feria, curiosamente esta calle no pude imaginarmela distinta, santiguándose a su paso por recién inagurada Capilla de la Aurora, de la que ahora solo quedan dos paredes, rezando un padre nuestro en la Cruz del Rastro para tener dos días menos en el purgatorio, los cobradores, los armeros, todos tocaron esa piedra, o la anterior, y, seguro que algún cantero fue el depositario. Me gustan las piedras. Me traen retazos de historias de gente corriente. De esos que no aparecen en los libros, de los que graban su nombre en la muralla junto con corazones o amenazas. ¡Si! Me gusta tocar las piedras. (Y los guijarros también.)

- Los libros. Si algo echo de menos leyendo en e-book es el tacto. Ese sentir rugoso que trae las ediciones de mala calidad, la mayoría de los libros que hay en casa son ediciones baratas y las páginas son reguleras. El olor de goma que perdura incluso en años. (En casa de mis padres hay un libro de Knut Hamsum que aún huele a goma.) Los libros nuevos con sus tapas impolutas, pero también los viejos con las esquinas golpeadas. (Por cierto Dani, siento el trillo que le he dado a tu libro del Savoy pero no sabes la de historias que podría contarte ese libro además de las que escribió Alvite.) Libros nuevos, libros viejos. Los libros son como las mujeres. Hay que conocerlas para saber si son guapas o no. Un libro como "El lobo estepario", como mi edición del lobo estepario (hoy he leído a Ángela y lo he recordado) puede venir roído por las ratas, descuadernado y sucio, pues ese libro, que a mi me costó pillarle el punto al principio, (como a algunas mujeres que conozco) es uno de los libros con mas belleza que hay. Una primera edición es un placer y si puedes encontrar un manuscrito debe se algo así como un orgasmo. (Hace poco en una exposición de Góngora se podían ver los manuscritos del escritor cordobés y era emocionante incluso a través del cristal que nos separaba.)

- El ombligo. ¡No! No cualquier ombligo. Solo el de la gente que quiero. Y que quiero mucho. Me
gusta poner la mano en la barriga de las personas que son de mi entorno, de mi vida y sentir esa comunicación que trae el ombligo. Como si fuese un puerto USB, volviendo a recuperar el lazo de unión que había con la madre pero esta vez conmigo. Con mi dedo índice. Tocarlo ligeramente, sin hurgar, solo como si fuese un código morse. Un toque, otro, Una sensación de que en esa hondura, en ese hueco hay tanta información que solo se puede sentir con leves contactos. Mientras la palma de la mano está apoyada en la barriga.

- El Agua. ¿Quién no ha sacado la mano por la ventana cuando llovía? ¿Quién no ha pasado los dedos por el abrevadero de una fuente? ¿O ha pulsado el botón de un surtidor y alargado la mano para que el chorro le llegue a la palma? A mi el agua me encanta. Me gusta cuando corre, cuando dejas las manos a su lado para que te empape, para que se escurra entre tus dedos. Da igual que sea bajo el grifo, (Fregar los platos es una cosa que no me molesta siempre que no haya sequía.) Duchas interminables, o como ahora, dos o tres al día. Me gusta ver correr el agua y tocarla. Pero también me gusta ese agua que está llena de vida en un estanque, ese agua turbia que oculta alguna rana, o algas, o vete tú a saber. Me gusta el agua en el mar, entrar despacio y sentir como las olas te mojan los pies, llegar y notar la humedad en los dedos de las manos, Como el vello se eriza a su contacto. El agua es, quizá, una de las cosas que no es que toques tú, si no que te toca ella. Te llena te abraza. Es como los niños pequeños que te cogen un dedo y sientes que no puedes soltarlo, que necesitan ese dedo para seguir adelante. Pero soy yo quien necesita tocar el agua. Quien necesita notar su humedad, su frío o su calor. 

- Las Medias. De pequeño una señora me dijo que mi novia estaría muy contenta conmigo. Sin darme cuenta, solía hacerlo con mi madre, estaba tocando sus medias. Mi mano recorría su pantorrilla y el nylon me hacía cosquillas en la palma. Entonces retiré la mano como si se fuese a quemar y avancé con mis coches uno o dos metros mas adelante. Allí estaba mi madre. No le acaricié la pierna pero si puse las manos en su pantorrilla mientras mi Mercedes rojo chocaba con un Escarabajo negro. La paz volvía a estar en mi cuerpo. Con la edad dejé de tocar las pantorrillas de las señoras y durante un tiempo en el que a las niñas solo les daba por ponerse leotardos casi ni recordaba esa sensación. Pero de nuevo a las señoras les ha dado por volver a usar medias. Medias, pantys, incluso calcetines de nylon. A mi me encanta. Eso si, ahora más que las pantorrillas me entretengo bastante en sus muslos. Y a veces cuando subes por la pierna y descubres el final de una media y el contraste de
l aspero nylon con la suavidad de una piel... ¡Entonces la gloria está cerca! Quía debería aclarar que las medias me gustan puestas, a ser posible en una mujer con piernas largas, pero la verdad, me gustan las medias estén donde estén. (No es la primera vez que he rozado a un maniquí de Calcedonía y se me ha erizado el vello.)

Y creo que por hoy ya está bien. Estas son cinco de las cosas que me gusta tocar. Quizá no son las cinco que mas me gustan, pero si son las que he recordado hoy. 

5/7/15

Ciclo de conferencias templarias.

Al finalizar las sesiones los oyentes estaban entusiasmados. Todos se dirigieron al bar del hotel para acabar la jornada. Cuando uno propuso un brindis y levantó su copa de rioja otro,  incorporándose de un salto tiró su silla y, colocando un cuchillo de mantequilla en el cuello del brindador, le instó a que no volviese a posar sus sucias manos en el Santo Grial. 




(Versión Quijotesca de un comentario con Juana la Loca en la entrada: "La Mujer Madura")

4/7/15

Atraco.


Habían paseado durante un rato y ahora se sentaban juntos en un banco. Al poco de estar allí, un lugar apartado en el parque, los dos novios se encontraron sorprendidos por un personaje que acercándose y mostrando una navaja les dijo:
  • dametoloquetengas, dametoloquetengas – repitió nervioso mientras movía la navaja.
El chico dándole la mano a la novia y mostrando interes en el atracador solo acertó a decir:
  • ¿Queee?
  • Quemedestoloquetengas – volvio a insistirle acercándole la navaja.
  • ¿Qué te de que? – preguntó de nuevo el chico más curioso que asustado.
  • Toloquetengas, venga – le apremió el asaltante, mientras ahora se pasaba la navaja de una mano a otra y se secaba el sudor de la palma en el pantalón.
La novia del chico se acercó más aún al ver el movimiento de la navaja que ahora se encontraba más cerca de ella.
  • ¿Pero tú estas loco? ¿Tú te crees que si tuviera pelas iba a estar aquí pelando la pava? ¡¡Con el frió que hace!!
  • Losanillos, lascadenas, loquesea, que tengoelmono y soy capaz de... de... venga.
El chico se levantó del banco y sacó el forro del bolsillo derecho con las llaves.
  • Mira tío, ves que no llevo nada ¿no? – le increpó al atracador – La cadena es de cuero y el reloj es de los que dan con el periódico.
El yonki se volvió rapido hacia la novia y le dijo:
  • Tú, losanillos, damelos.
La chica asustada intentó desprenderse de ellos pero nerviosismo no la dejaba quitarse ninguno.
  • Pero tío, no ves que son del mercaillo. – le contestó el chico- Si lo sabré yo que se los regalé.- Puso una mano en el hombro de la chica intentando tranquilizarla mientras miraba al yonki.
El asaltante, miraba de un lado a otro, volvía a cambiarse la navaja de mano y se secaba ahora la otra palma.
  • Mira tío – le dijo dando un paso hacia el atracador – fijaté en aquellos dos. El tío con un chaqueta de ante, y la niña pijita que no se ha quitado el uniforme del colegio. A esos le sacas lo que quieras pero es que nosotros estamos tiesos. Lo siento.
El yonki miró a la pareja que le señalaba y volvió la vista hasta sus primeros asaltados. Vaciló un momento y por fin se dirigió hacia la pareja de pijos.
  • Que miedo he pasado – dijo la chica al ver que se alejaba.
  • Venga Laura, rapidito que he cobrado hoy y no me he llegado al banco, pero como este tío se fije un poco mejor en tú anillo nos pincha, seguro.

Los dos dejaron rapidamente el banco y salieron del parque, mientras en el otro lado unos jóvenes bien vestidos levantaban las manos al ver una navaja.

3/7/15

Finish

Y ahora que en el sofá se dejó de follar,
empiezo a escribir el final
sin whisky y sin cogñac
todo lo que siento es una resaca fatal.

(O como empezar a desvariar con resaca.)


2/7/15

Los ruidos de la noche.

Me tiro encima del colchón. Hace varios días que la funda del nórdico, solo la funda, descansa a los pies de la cama. La sábana sigue con el embozo bajo la almohada. No tengo intención de echarla hacia atrás. La ventana está abierta. La persiana a media altura y la cortina deja pasar el aire, y el techo de los vecinos del cuarto en veinticinco centímetros que quedan para dejar que cualquiera de los pisos de enfrente , siempre a partir de la tercera planta, pueda asomarse a una parte de mi colchón. 
En mi lado de la cama, aún sigo diciendo mi lado de la cama, parece que entra algo de aire. En los tres últimos días ni aire, ni fresco, ni siquiera un olor a tierra mojada, o flores. Solo calor. Mucho calor es lo que ha entrado por la ventana los otros días. Pero la esperanza de dormir un día tranquilo seguimos poniéndola en la naturaleza, en la climatología, como si la meteorología tuviese algo que ver con ese puto insomnio que viene desde el otro lado de la cama. 
Cierro los ojos. Me concentro en dormir. Una oveja, dos ovejas. ¿quién fue el estúpido que empezó a contar borregos? ¿a quién le ha funcionado ese simpleza matemática ganadera alguna vez? Borro las ovejas de mi mente. Quizá... ¿Como era aquella canción? ¡Si, esa de Pabellón!  Una alemana me la meneaba en una tienda de campaña, y como venía que no me corría fue a llamar a otra alemana. Esua canción cantada con la música de aquel elefante que se balanceaba en tela de araña, consiguió meter en una tienda de campaña a una cantidad increible de germanas que masturbaban al tipo de pabellón. mochileras, porque lo suyo es que sean mochileras, en tiendas de campaña. Miro la luz del cuarto. Mis vecinos de enfrente aún no se han decidido irse a dormir. Me dan ganas de masturbarme. Puede que entonces duerma feliz. Duermo solo con un boxer.  Me lo quito, El ordenador sigue a mi lado, Demostrándome con su luz que además de insomne soy un inútil que está escribiendo tonterías. Me dan ganas de apagarlo, 
¡Eso si es digno de contar! No las putas ovejas. Me estoy empalmando pensando en alemanas
Desde la ventana un canto de chicharra en formato aparato de aire acondicionado con mas de treinta años, sonoriza la habitación. No para. Es continuo. También, mezclándose con la chicharra aérea, desde la otra habitación un ventilador sigue cansino girando a uno y otro lado. Como un partido de tenis nocturno al que hiciera mas emocionante soplar a la pelota. La chicharra y mi cabeza que no termina de acomodarse entre cojines. Unos vecinos, desconozco el origen, golpean rítmicamente el cabecero de su cama. Conozco baterías con menos ritmo que el que se empeñan en seguir estos vecinos. Y actores porno con menos aguante. (Supongo que serán los del primero. Aún mantienen la tónica de polvo diario con excepciones. La excepción suele ponerla un pequeñajo que llora. Hoy se mantiene callado, Los padres lo despertarán con sus golpes.)
En la planta cuarta, como un casillero de La rueda de la fortuna, se ilumina otra ventana. Otra mas grande, el salón, se apaga. Me gustaría mirar que hacen los vecinos del cuarto. Me gustaría entrar en su habitaciones como yo dejo esos veinticinco centímetros de ventana para que puedan curiosear en mi colchón. Pero hay poco que curiosear hoy. Un imbécil con portatil, un idiota que sigue machando el teclado escribiendo tonterías. Quizá... quizá sea necesario dejar de lado la pantalla. Quizá una página con rubias alemanas mochileras, hijas de Franciskaner, puedan entrar desde la pantalla del ordenador y terminar cerrando mis ojos. Encontrar el camino de Morfeo. 
Desde mi lado de la cama un pie se atreve a cruzar una frontera imaginada. Su lado de la cama, aún sigo diciendo su lado de la cama, ha sido tomado por parte de mi pantorrilla. ¿Como se dormirá con la cabeza en su almohada? ¿Y si parte del cuerpo lo traslado a ese terreno fronterizo? Y si.. y si soy capaz de borrar las fronteras y me coloco en medio. Con mi pierna izquierda, mi brazo izquierdo, mi costillar izquierdo en el lado de ella, El resto descansa en su lugar habitual, la carne no entiende de fronteras y por primera vez un bostezo se apodera de la cama. 
Dormir, debería dormir. ¿Como era? Si. Una alemana me la meneaba... No llego a mas de tres alemanas. Ahora si, la excitación ha sido general. Ha dejado de sonar el golpeo de los vecinos del primero. No, no puede ser. el pequeñajo llora, nadie que le haga callar. Los padres estarán colocándose un camiseta, un pijama, pocos se atreven a ir desnudos de sexo a apaciguar a su bebe. 
El bebé deja de llorar y mis alemanas se han ido, a la misma velocidad que mi erección. Aunque Morfeo parece que está entrando con el bóreas de Sierra Morena. 
Puede que esté llegando la hora de cerrar el portátil, mañana llegará la de arrepentirse de esta entrada. .