Por fin teníamos una tarde tranquila. Una de esas en las que hace mil planes. Con una siesta, una ducha y un paseo programado para ver, por fin, la exposición de Manolo Lama.
Cuando salí de la habitación me dirigí al salón donde ella me esperaba sentada en el sillón ojeando un un libro.
- Nos vamos. - Le dije desde la puerta.
- Si. Solo me queda arreglarme la media y ...
Y no pudo terminar,
ni salimos de casa,
ni falta que hacía.
otra magnífica forma de pasar una tarde como la de hoy, fría y lluviosa....
ResponderEliminarSe te resiste esa exposición. Prueba con la de Blow Up. Esta bien.
ResponderEliminarTambién la tengo en mente. ¡La de calimochos que han caído en ese sitio!
Eliminar¿y hay mejor tarde que esa?
ResponderEliminarHay tardes, que por buenas, puedes hacer de todo. Otras en las que lo que haces consigue que la tarde sea especial. Esta lo reunía todo.
EliminarVaya jaca! hasta yo hubiera elegido el plan B
ResponderEliminarPues la de verdad está mas buena. (O a mi me gusta más.)
EliminarBuena manera de pasar una tarde. Y una mañana. Y la noche...
ResponderEliminarUn abrazo
Lo importante es que lo que hagas te guste y sea divertido. Una exposición, un paseo o un polvo.
EliminarUn abrazo.