Salió de la floristería con dos rosas. Después de andar un trecho se acomodó en la barra envejecida de una taberna irlandesa. Un chaval con un polo verde de whisky le preguntó que quería.
- Franciskaner. – dijo
Sabía que no la encontraría y cuando regresó le aceptó la que le ofrecía. Una Paulaner de trigo. La pago antes de que el camarero continuase hablando con una chica al otro lado de la barra. Brindó con las rosas y antes de llevársela a los labios apoyó la botella. De un trago se bebió la mitad. Con el resto regó las rosas en el mostrador. Cuando el chaval llegó para empapar la cerveza que se derramaba, él ya se había ido.
calabazas???
ResponderEliminarNo, algo parecido... pepinos holandeses.
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