Yo quería guardar en mis bolsillos todas las olas de aquel día. Llevarme en la mochila la arena de la playa, la palmera datilera y chiringuito azul. Envasar la brisa en el tarro de aceitunas y todo el sol que pudiese en aquel tupper de sandía.
Yo quería guardar tu recuerdo en una cámara vieja y ahora... solo queda una foto arrugada que rescaté de tu papelera.
Aaaay ...la avaricia humana, a dónde nos lleva!!!! ... La apertura de ese tupper sería cegadora ; ) Precioso !
ResponderEliminarEl afrán recopilatorio, y lo peor... No hay sitio para otros recuerdos.
EliminarPues en cierto modo todo eso guardaste si vuelve a la memoria al ver la foto arrugada...
ResponderEliminarLos finales son siempre muy distintos a los inicios. Es de perogrullo, pero igual jode.
Besos
Al final debe quedar alguna lágrima. Si no no es final.
ResponderEliminaral menos, las fotos viejas no mienten... las nuevas sí, las fotos digitales son todas falsas.
ResponderEliminar¡Mierda de Inteligencia Artificial!
EliminarQue buenos son los recuerdos maravillosos de las cosas espléndidamente bien vividas
ResponderEliminarIncluso los recuerdos maravillosos se pueden trastocar. ¡Espero que nunca se de el caso!
EliminarTodo sirve para el recuerdo, incluso el dolor.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Nunca entendí la gente que bebe para olvidar. Los recuerdos dolorosos suelen perderse antes, tenemos una memoria positiva e incluso los traumas, con el tiempo, son menos traumas.
EliminarAlgunos escriben para recordar, otros escribimos para poder olvidar y guardar los recuerdos en la balda alta donde rescatarlos en las tardes de lluvia.
ResponderEliminarAbrazos a puñaos.