Para mi, fumar, es como creer en Dios. Lo hago por costumbre, por mantener un vicio que hoy en día lleva la contraria a medio mundo. Por gusto de sentir algo mas en el cuerpo que unas veces me alegra la vida y otras me la amarga. Por cabezonería. Y por eso fumo habanos, cada vez menos. Y por eso, a veces, rezo. Que como Dios es padre, y ahora yo también lo soy, lo mismo le pido algo, por si cuela, que le riño por lo mal que acostumbrado que está a hacer su santa voluntad cuando cualquiera sabe que se está equivocando.
Dejé hace mucho tiempo de fumar, el cigarro lo sustituí por el té y también me tomo algunas tazas con Dios.
ResponderEliminarYo, sin embargo, no me permito dejar ningún vicio. Los tengo muy medidos pero me encanta tener tantos.
EliminarInteresante comparación, e interesante conclusión.
ResponderEliminarYo no he fumado nunca, pero me da la sensación de que algo de experiencia mística debe tener...
No se si tendrá algo de místico o de sacrílego. Sea como sea si que fumar te acerca a Dios. Cada cigarro te acorta la vida aunque... ¡Si de verdad existe Dios! Sería un gustazo subir a ese cielo tan espectacular que nos va a colmar de gloria. (Si existe claro.)
EliminarSería un buen eslogan para una marca de tabaco. "El cigaro que te acerca cada día mas a Dios".
Mientras no sean mentolados...
ResponderEliminarSaludos,
J.
Me sueke pasar algo similar, a pesar que he depurado muchos de mis malos hábitos, teniendo hoy una vida sana, no he logrado dejar el café, consciente que es mi adicción permitida. Al igual que tu cada tanto tomo mi café con Dios.
ResponderEliminarSaludos
Pues va a ser que también lo ando yo buscando en cada cigarrillo, pero lo apuro ...y aún no se me aparece! Pero es como una meditación y donde surgen bastantes buenas o al menos curiosas ideas jaja Besos Don Bubo!
ResponderEliminarSe ocurren las mejores y peores ideas, es meditar...pero " entosvus" no se me ha aparecido don Dios, me alegra leerte de nuevo! Besos don Bubo!
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