29/5/20

Botí.



No busques penas en los lienzos de Botí.

Porque cuando pinta colores tristes

su azul es cálido como un abrazo,

y el verde de las jaras trae el sol de Sierra Morena.

Porque en las fachadas blancas

está el corazón de sus habitantes.


No hay lágrimas en la pintura de Botí.

Pero, si te acercas lo suficiente,

escucharás el piar lastimero

de los gorriones que habitan en ella.

Te humedecerá la cara el salpicar

de sus fuentes y olerás el caldo

que preparan detrás de la esquina.

Entonces, quizá,

sean las tuyas las que aparezcan.


No amargan los bodegones de Botí.

Porque su naturaleza no está muerta.

Tiene el sabor de la fruta fresca,

del vino para la excursión del domingo,

de los recuerdos de aquel viaje a Portugal,

de las risas infantiles

que acumulan los juguetes.

No hay miedo en los paisajes de Botí.

Porque una mano experta

te guiará por Córdoba

con el mismo cariño

que la mirada infantil dibuja a su madre.


No hay luto en los cuadros de Botí.

En su pintura, solo hay vida.




Y esto está sacado de alguna libreta, uno de esos días que me da por pasear por los alrededores de la Mezquita y llevo cámara, cuaderno y un libro decente para verla con los ojos de un guiri. 


22/5/20

...



Los pasos duros
siempre son los primeros
para la meta. 

15/5/20

17/24


Llevo tanto tiempo de no escribir que me he decido a hacerlo de cualquier manera. (Iba a escribir: si, o si; pero tengo que reconocer que es una frase que no me gusta.) El caso es que me he propuesto subir una de las fotografías que tengo guardadas en el ordenador. Hace poco he estado haciendo copias de seguridad y algún regomello se me ha quedado con algunas. No es el caso de esta. 
La idea era pensar un número: el 17, es el que se me ha venido a la cabeza sin saber por qué y ese sería el número del directorio elegido. El que estuviese en esa posición. Resulta que es una coleción de archivos de la Vía Verde de Zúheros. El nombre que tiene es C151110ViaVerdeZuheros. "C", es el equivalente a Canon, las dos cámaras reflex son de la misma marca y aunque en un futuro me diese por usar una Nikon, Sony... Ya no creo que cambiese. Los dos primeros dígitos son el año de realización, los dos siguientes el mes, y los dos últimos el día de última foto, por su puesto lo de VíaVerdeZuheros es para saber el lugar. Así que ya tenéis una idea de como maneja el archivo fotográfico. (¡FATAL!). 
El otro número, el 24, también a voleo era la posición que ocupase la fotografía. Es curioso, no es una fotografía mía, bueno, si es mía pero la hizo mi acompañante en ese viaje. Justo la que hace la posición 25 era mucho mejor pero... ¡Joder si no soy capaz de ser sincero conmigo mal lo llevo!  Total que esta es la fotografía que salío. No está desaturada, por que de vez en cuando me da por disparar en blanco y negro y no me gusta ni siquiera tener la posibilidad del color. 
El caso es que os iba a contar algo de la foto, ya que ha salido. Y tengo que reconocer que fue un buen día ese del mes de noviembre. Una escapada por la Subética, a la Hacienda Minerva.  Un sitio precioso que ni siquiera en pleno otoño perdía el encanto. La fotografía es en la plaza de Zuheros, después de un paseo por la vía verde desde la hacienda. Es un pueblo increíble, pequeño, acogedor y con dos o tres lugares que merecen muchísimo la pena visitar. Construido entre rocas y con rincones entre sus calles estrellas que son sobrecogedores. 
Pero vuelvo a la foto; a saber que me estarían diciendo para llevar esa cara, o quizá tendría que ver con lo a gusto que se estaba en la plaza con un gintonic de Larios en la mesa y un Sol despidiéndose entre olivos y montañas. La fotógrafa, en este caso, es mucho de "ponte así y ponte asado". Ya digo que la siguiente es mucho mejor fotografía que esta en la que ya me estaría desconojando de sus manías y costumbres fotográficas. Creo que sería una buena opción Zuheros otra vez, o Fernando Po, siempre que esté ella. 

1/5/20

Le gustaban pocas cosas.



Le gustaban pocas cosas
el alcohol y las ventanas,
el mar desde una colina
el mar dentro de la playa

el olor de los jazmines,
los libros de madrugada,
el sol, el pan de los pueblos.
Quevedo,  recordar África
la noche y los amigos,
el verano y tus pestañas.

de Mayte Martín. 


Lo que me faltaba a mi hoy, que Mayo empieza y se nos va de las manos, es que me mande esto y me digan que se acuerdan de uno. No se si agradecerlo o mandar al emisario a tomar viento. 
Se me ha quedado un nudo en el estómago que me va a venir de puta madre para la dieta que necesito.