Se acaba marzo. No se le va a echar de menos. Y eso que es de los meses en los que menos he ido a trabajar. Eso si, ni un día de descanso. Una semana santa pasada por agua. Unas veces por culpa de la lluvia, otras por algún lagrimón, han terminado por empantanar el alma.
Después, al final, mañana, diremos que nos ha enseñado mucho. Que hemos vuelto a recuperar prioridades y eso aclara mucho la vida.
Después, mañana, echaremos la vista y estaremos orgullosos, o no, de como nos comportamos. Sea como sea se asumirá mas bien que mal. Y el mes de marzo del 2018 será un mes que no olvidaremos aunque nos gustaría.
Después... mañana... quizá...
Pero hoy.... Ahora,solo espero que acabe. Que venga otro. Lo que sea pero otro. De este ya estoy harto.
A veces algo de lo que pasa por la vida se filtra en este blog. Otras veces es la fantasía la que se da una vuelta. El formato corto predomina pero siempre hay excepciones.
31/3/18
15/3/18
708
Hemos compartido diez días. Los dos con padres enfermos, con el mismo nombre, con el mismo tratamiento, los cuatro en una habitación de hospital. Ayer, después de una noche eterna con la cortina corrida el médico vino para certificar una defunción. Mi vecino de sillón lloraba. Quise acercarme a decirle lo siento. Pero no podía. Al contrario, me alegraba. Su enfermo había muerto, porque vivir, lo que se dice vivir llevaba ya varios meses que no lo hacía. Entradas y salidas de hospital, urgencias, y un solo paisaje: el techo blanco de la habitación 708. Sin ganas de descubrir, sin ganas de conocer, sin ganas de vivir. ¿Como iba a decirle que lo siento cuando lo que sentía era envidia?
Me acerqué a él y le puse la mano en el hombro. Le hice una mueca. Aún no se si conseguí que fuera la que él necesitaba. Él asintio y salió de la habitación. Su padre seguí allí, muerto. Yo, mientras. daba un yogurt de fresa con pastillas machacadas al mío. Ellos se fueron. Nosotros también. Dicen que tenemos el alta. Quizá un mes, quizá mas, quizá mañana haya que volver a la habitación setecientos ocho que ayer quedó despejada.
6/3/18
Ponte en lo peor.
Ponte en lo peor.
El pequeño se está retrasando. Llamas a casa del amigo, o de
los abuelos, de donde debería haber salido ya y te dicen que hace un rato que
se fue. Ya debería estar en casa. ¡Veras
la bulla que se va a llevar por entretenerse!
Ponte en lo peor.
No llega. La preocupación del principio ahora es susto.
Sales a buscarlo. ¿Dónde se habrá entretenido este niño? Mira que se lo tienes
dicho. No te distraigas. A casa y
prontito.
Ponte en lo peor.
Dos veces has hecho el mismo camino, has llamado de nuevo a
los familiares del amigo. Preguntas a otros amigos. A los padres de estos. Pero
es que es imposible que se haya despistando tanto. Sigues con la esperanza de
verlo pronto. ¿Le habrá pasado algo? La bulla que se iba a llevar tendrá que
esperar a encontrarlo a darle todos los abrazos del mundo.
Ponte en lo peor.
No aparece. Nadie sabe nada. Llamas a la policía. Alguien ha
hecho un cartel con aquella foto que el hiciste hace unas semanas y estaba tan
guapo. Alguien… ya no sabes quién, te ha dicho que lo han puesto en el
facebook. Por si alguien lo ve. La policiía no deja de preguntar. Tantas
preguntas. Como si tu hijo no fuese un chico normal. Como si yo tú no fueses un
padre normal.
Ponte en lo peor.
La noche se hace eterna. Las horas pasan y no hay noticias.
Alguien habla de un coche a una hora, un
coche que nadie conoce.
Ponte en lo peor.
Alguien lo ha secuestrado. Lo ha engañado y lo retienen.
Seguro que llaman. Algo querrán. Quizá no debería haber llamado a la policía. No
hay dinero pero algo querrán. Tienen que llamar.
Ponte en lo peor.
No llaman. No hay nada que diga donde está.
Ponte en lo peor.
No, no te pongas en lo peor. Si te pones en lo peor. No vas
a poder seguir. Si te pones en lo peor
vas a recordar todas esas escenas que le has evitado a tu hijo. Vas a recordar esas
series de desaprensivos, los perturbados , los pederastas que … Si te pones en
lo peor vomitas por que ahora las escenas las vives con tu hijo. Si te pones en
lo peor solo quieres morir y necesitas seguir vivo.
Ponte en lo peor.
NO, no ten pongas en lo peor. Quizá. Quizá ha muerto pronto.
Si, hay que buscarlo. Hay que buscar su cadáver. Ponte en lo mejor. Ha muerto
pronto. Ha sido solo un momento, un susto. No ha sufrido. Ponte en lo mejor. Ya
ha muerto. No hay dolor. Ni para él ni para mi. No duele la muerte.
Hay que tener esperanza. Lo vamos a encontrar. Pronto.