Un tipo camina rápido. El paraguas casi no lo cubre. Tira de una correa que lleva a un pekinés. El perro olisquea árboles, papeleras, algún rincón, pero el tirón del dueño acaba con el rastro de lo que busca una y otra vez. Vuelve a ponerse a la altura del dueño y de nuevo ese rastro. Otra parada para oler, otro tirón. Por fin llegan a ese campo verde lleno de hojas. Aquí el rastro se pierde. Mucha tierra húmeda para encontrar el olor que busca. El tipo se ha parado. No hay tirón. Espera el serullo del perro. El animal lo mira, como pidiendo un poco de intimidad bajo el agua. El tipo se impacienta. De nuevo otro pequeño tirón, animándolo a que cague. El perro se pone en cuclillas y suelta su cagada. El dueño coge una bolsa. Se acerca a la mierda y la mira. La recoge. Vuelve a tirar del perro y los dos comienzan a andar. Tira el excremento en una papelera. El perro y el dueño caminan rápido. Los dos van a estar encerrados en un habitáculo durante siete u ocho horas. Uno trabajando, otro perezoso, los dos esperando que sus amos los liberen unos minutos.
Cada cual caga cuando puede... o cuando le dejan.
ResponderEliminarLo hacemos todos pendiente de horarios. Tenemos poca libertad.
EliminarPero seguramente no comen a la vez
ResponderEliminar¡Ni idea! Me encantan los perros pero no tengo ninguno.
EliminarCruel realidad. Besos.
ResponderEliminarpobre perro...ni olisquear tranquilo le dejan a uno
ResponderEliminarOdio a la gente que tiene un perro y lo saca solo para cagar o mear en la calle, y encima con prisas.
Eliminar¡Joder! Tener un perro es una filosofía de vidad. Es una responsabilidad muy grande. (Por eso yo no tengo.) Eso de que te lleven con correa a todos lados y sin olisquear... ¡Una mierda de vida!
estoy de acuerdo contigo. Yo, salvo contadas ocasiones, siempre sacaba a mi perro con tiempo. En realidad, hasta que él se aburría de estar en la calle y, o se sentaba, o tiraba de la correa dirección nuestra casa.
ResponderEliminarY lo mejor es perderse por el monte y dejarlo suelto para que recupere él también un poco de dignidad, aunque haga que se despeñe una oveja y te toque pagarla
Con eso de la oveja tuve yo un incidente. Y es que no puedes llevar un pastor belga con cruce en mitad de un rebaño. Por muy de pueblo que sea ve una bichejo lanudo y le sube el instinto.
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