Me gustaba cuando tenían una bola
en el centro.
Ahora, el ratón, está panza arriba
y una luz le parpadea mientras voy al baño.
El salón esta a oscuras. Entramos en
ese momento ideal de
romperme el meñique del pie derecho
chutando a un mueble inerte.
Que lejos se encuentra la cocina,
que cerca las noches de cerveza u
whisky a deshoras.
Como antes,
cuando los recuerdos
me apuñalaban el pecho.
Como hoy,
cuando quiero que vuelvan
para temer más al pasado
que a mañana.
nos levantamos muy profundos!! yo me conozco la casa completamente a oscuras, nunca he tropezado cn nada...
ResponderEliminarJuana yo cambio los muebles de sitio cada dos por tres. Eso por no hablar de la manía que tienen de deambular ellos solos de un lugar a otro, parecen aquel anuncio en el que la columna del parking se movía para refregarse con el coche y dejar su huella. ¡Lo mismo!
Eliminarnos levantamos muy profundos!! yo me conozco la casa completamente a oscuras, nunca he tropezado cn nada...
ResponderEliminar¿Sueles despertar con reflexiones como éstas? Te felicito. Yo tardo un par de horas en pensar algo coherente.
ResponderEliminarEs difícil temer al pasado más que al futuro, ¿no? Quizá a que se repita, pero igual sería en el futuro. El pasado ya lo conocemos, ¿cómo temerle? Lo desconocido sí que asusta.
Un beso
Más que despertar esto es un duermevela. Tengo que reconocer que soy miedoso hasta la médula. Al presente, al pasado y al futuro.
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