A veces algo de lo que pasa por la vida se filtra en este blog. Otras veces es la fantasía la que se da una vuelta.
El formato corto predomina pero siempre hay excepciones.
Vivo tan cerca y, sin embargo, no cojo la carretera de Trasierra hace por lo menos doce años... esta foto me anima a planear para pronto una "excursión", estar parados no quiere decir que no podamos echar un poco de gasoil e irnos un día de campo por la sierra de mi Córdoba... Precioso, Bubo. Un beso.
Me alegro que te guste. Quería haber dejado algún comentario, un micro, cualquier cosa pero... ¡Que no! Que me gusta la foto tal y como esta. Date una vuelta cuando puedas, está preciosa y en estas fecha y con este tiempo... ¡Ya tardas!
Es un sitio de cuento. Bueno... lo es ahora. La penultima vez que estuve fue en septiembre y entre el calor, los domingueros de el día de antes, y el arroyo más seco que la mojaba, aquello era de cuento pero de terror. El otro día conseguí ir un jueves, sin nadie a la vista, con una temperatura buenísima. ¡Un lujo, vamos!
Vivo tan cerca y, sin embargo, no cojo la carretera de Trasierra hace por lo menos doce años... esta foto me anima a planear para pronto una "excursión", estar parados no quiere decir que no podamos echar un poco de gasoil e irnos un día de campo por la sierra de mi Córdoba...
ResponderEliminarPrecioso, Bubo. Un beso.
Me alegro que te guste. Quería haber dejado algún comentario, un micro, cualquier cosa pero... ¡Que no! Que me gusta la foto tal y como esta. Date una vuelta cuando puedas, está preciosa y en estas fecha y con este tiempo... ¡Ya tardas!
Eliminaryo nunca he subido, siempre lo tengo planeado pero......
ResponderEliminarBusca un claro. Merece la pena.
EliminarJo qué chulo, parece un sitio de cuento...
ResponderEliminarEs un sitio de cuento. Bueno... lo es ahora. La penultima vez que estuve fue en septiembre y entre el calor, los domingueros de el día de antes, y el arroyo más seco que la mojaba, aquello era de cuento pero de terror.
ResponderEliminarEl otro día conseguí ir un jueves, sin nadie a la vista, con una temperatura buenísima. ¡Un lujo, vamos!