Se sentó en el banco y tiró varias pipas al suelo. Al instante unas palomas llegaron y las picotearon. Recogió un puñado y lo arrojó cerca de donde se encontraba. A las primeras le siguieron otras que ansiosas por el botín picoteaban a su alrededor. Una bandada enorme lo arropaba y terminó de arrojarles todas las semillas. Las palomas lo miraban ansiosas, como si fuese una obligación de él el suministro de comida. Se tumbó en el banco y ofreció su mano. Una se apoyó cerca y comenzó a picotear sus dedos, después vendrían el resto para seguir con todo su cuerpo.
Hoy, me ha dolido.
ResponderEliminarEspero que no sangre. No está la cosa para ir a urgencias.
EliminarAl más puro estilo de Los pájaros pero en plan dulce. A mí no me gustan mucho las palomas. Son como ratas voladoras.
ResponderEliminarPorcia
¿Son como...? "Son" ratas voladoras. Tienen más peligro que una marabunta roedora.
Eliminaryo les tengo una tirria horrible, sin asquerosas!!!
ResponderEliminarYa puedes imaginar que a mi tampoco me gustan mucho. Además no es miedo, es, como tú dices, asco.
Eliminaraj! me has hecho recordar un episodio traumático en una plaza famosa de sevilla cuando era pequeña.....a mi sí que casi me comen!
ResponderEliminarQuien más quien menos se ha llevado algún susto con estos bichejos.
EliminarSe me ocurren mejores maneras de suicidarse... Ufff, palomas, asquitooooo...
ResponderEliminarA mi también pero no me negarás que original si que es. (¿Has visto el programa ese de "nosecuantas maneras de morir"? Uno puede tener un accidente, pero es que hay algunos que simplemente son GILIPOLLAS.)
EliminarVolando voy, volando vengo...muxusss
ResponderEliminarPor el camino yo me entretengo.
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