Fuma un cigarro apoyado en la valla de un solar. No habla con ninguno de los otros camellos que están a su alrededor. De vez en cuando le da un sorbo a una lata de cerveza. Al contrario que los demás, no se inmuta cuando el coche de policía se acerca con las sirenas puestas. Ahora es el único que sigue en su sitio. No tiene miedo, ni siquiera cuando del coche se bajan dos personas y le apuntan con pistolas que no son reglamentarias. Los espera desde hace tiempo. Disparan.. Cae. Y con él su lata de cerveza y una foto de carnet. La mira por ultima vez para reconocer a su hija cuando era pequeña.
Una hija que murió ayer de sobredosis.
que pena, y yo que creía que aquello de los drogatas y sobredosis era ya de décadas pasadas?!...
ResponderEliminarCasi lo es. De todas formas por aquí (en la estación)llevamos tiempo de no saber nada de alguna sobredosis cercana, pero como las meigas, haberlas...
EliminarMe gusta como espera frió que vengan a darle lo que el no se atreve a darse a si mismo.
ResponderEliminarLa foto me perturba.
La pase al BN pero, la foto, en color, es aún peor.
Eliminarjoder!
ResponderEliminar¡Qué fuerte!
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