No daba crédito a lo que había encontrado en el bazar. El Chino le había dicho que era especial y se la vendió como si fuese la piedra filosofal. Cuando llegó a casa se sentó y la abrió. Tinta inteligente, leyó en el bote y comenzó a derramarla en el papel. Después introdujo los folios en una caja y durante quince minutos la giró de un lado a otro. Cuando la abrió todos estaban escritos. Era la primera vez que tenía una novela en sus manos fabricada por él. Comenzó a leer: "En un lugar de la mancha..."
joe, era un libro copiado!!! que fraude!! jajaja, ya podía copiar alguno de "la sonrisa vertical" así hubiera sido algo más divertido....
ResponderEliminarQue esperas de los bazares.
Eliminarjajajajajajajaja si se hubiera enterado Ana Rosa de esto, se habría ahorrado un sueldo!
ResponderEliminarSi hombre y ¿quien le hubiese movido la caja?
EliminarCoño es verdad! algún becario de su revista, por "voluntarios" que no quede!
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