Se coloca el sombrero y sale a la calle echo un pincel.
- Manuel, un mediecito. - Le pide al camarero.
- Me llamo Miguel, Don Cesar, Miguel. - Le contesta el barman.-
- Si, si, claro. ¡Y unas aceitunitas! - Le sugiere mientras coge el periódico de la barra y se dirige a la mesa que está frente a la ventana.
El camarero se acerca y le lleva su aperitivo. Le sonríe mientras mientras le presenta las aceitunas, pero no puede evitar cambiar el gesto cuando Don Cesar, sonriendole también le dice:
- Gracias Manuel.
Bubo, tengo problemas serios para escribirte comentarios en el blog, ni siquiera se si esto se publicará o no. Pero vamos, que sigo al tanto, eh?? Un abrazo
ResponderEliminarNo problem.
Eliminartoma Manué! :P (con el palillo en la boca)
ResponderEliminar"Manue, no te arrime a la paré, que te va a llená de cá".......muxussssssssssssssss
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=l76FsMgUbyU
Los inhumanos
la próxima si me dijera Manuel, no le atendería...
ResponderEliminarSabes que si, que lo atiendes.
Eliminarcreo que no! con el tiempo, detrás de una barra se aprende mucho.....
EliminarSiejque hay gente que por mucho que se empeñe en llamarse de otra forma, tienen cara de manué y punto.
ResponderEliminarEsas tascas con sabor a tiempo...saludos
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