Llegaba tarde todos los días. Pero después lo compensaba a base de charlas y cervezas con la gente del taller. Conocí a Félix Romeo en la delegación de cultura, una tarde de verano cordobés en la que no cantaban ni las chicharras. Nos enseño a jugar con los relatos por orden alfabético. Y ha sido de los escritores que más me han hecho reír.
La última vez que lo vi en Córdoba me descubrió el Spotify que, gracias a Tesa, me abrió un mundo. Acabo de enterarme que ha muerto. Estoy convencido de que donde esté, está entretenido y divirtiendo.
R.I.P. Félix.
Sí, yo también lo conocí en una charla literaria hace unos años. Y me encantó su fuerza y su voluntad: a pesar de que fuimos cuatro gatos él lo luchó como si hubiésemos ido cuatrocientos. Y luego ese halo que ternura que tenía, tan carnal. Y esa inteligencia en sus relatos.
ResponderEliminarUna pena. Que tenga buen viaje.
guau. No comments
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