Le he hablado todos los días. A veces se ocultaba, o parecía correr más que yo. No encontrabamos el momento de pararnos, de pasear. No encontraba el momento de decirle que me hace falta. Que su ausencia me entristece, que me cuesta respirar si no está.
Pero estos dos días ha estado conmigo, he sentido todo su calor, me ha dado toda la luz que desprende.
Los últimos días ha estado conmigo. No he desperdiciado ni uno solo de los rayos que me ha lanzado.
Estos dos días ha salido el Sol.
bendito sol!
ResponderEliminarA mí también me ha dejado huella, pero literal. Ya me he quemado otra vez.
ResponderEliminarBendito sol, sí.
ResponderEliminarPues ha durado lo justo el cabrón.
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