Te dije que no te murieras, pero tú... ¡ni caso! Y es que no hay manera de hacer carrera de ti. ¿Que te importaría haber aguantado unos días? Pero no... así me hubieras dado el gusto y no te lo podías permitir. ¡Ala! A morirse. Y encima de esa manera tan tonta. ¡No me extraña que después no tengas paladar para la cocina! ¡Cari! Es que a nadie se le ocurre confundir la botella de lejía como si fuese rioja..
si hizo eso, mejor que se haya muerto
ResponderEliminarMenudo paladar. Lo raro es que no se hubiese muerto antes.
ResponderEliminarPues anda que tenía paladar....Reconozco que hay vinos malos, pero tanto como la lejía....
ResponderEliminarYo, una vez, le pegué un trago a una botella de coca-cola que mi madre había llenado con aceite frito.
ResponderEliminar:(
Al menos no lo dio para beber a los invitados o a su pareja, y sí, lo raro es que viviera tantos años!
ResponderEliminarquizás se murió a drede, harto de aguartala....
ResponderEliminarHombre Juana... un comentario acertado.
ResponderEliminarlos demás no son acertados??
ResponderEliminarEl tuyo más. Siempre imaginé a ese hombre tan harto de la tía que no se le ocurre nada más que suicidarse. Y la tía tan... así que prefiere imaginar que es despiste antes que hartazgo.
ResponderEliminarPero vamos... tonteríasm mías.
Si es que algunos por llevar la contraria son capaces hasta de morirse.
ResponderEliminarTengo una duda ¿Por qué quería ella que aguantara unos días?
Mecran
Me encanta la foto.