Se acaba el año. Se hizo corto desde que empezó. Aunque se ha empeñado en alargarse el muy cabrón. Lleva unos días retorciendo las horas, estirándolas como chiche pasado, sin sabor, ni si quiera con fuerza para hacer globos y hacerlo divertido. Y a mi me tiene harto de este mascar sin encontrar nada. Muy harto, con ganas de escupir el año y sin ganas de mascar otro.